Entre gafas de La Martirio y bata de cola: la gran noche de Laura Gallego en La Línea

La artista jerezana ofreció un concierto lleno de homenajes a las más folclóricas, cambios de vestuario y un inesperado fin de fiesta techno, demostrando que la copla, "está de moda"

Sofía Furse.
Periodista
22 de Noviembre de 2025
Entre gafas de La Martirio y bata de cola: la gran noche de Laura Gallego en La Línea. Imagen del concierto. S.F./ 8Directo
Entre gafas de La Martirio y bata de cola: la gran noche de Laura Gallego en La Línea. Imagen del concierto. S.F./ 8Directo

"¡Pensaba que venía a ver belenes!", exclamaba una señora a otra. Su hija la había sorprendido llevándola al concierto de su coplera favorita: Laura Gallego. En los photocalls se formaban dos cosas claras: la cola… y la ilusión por llevarse una foto para el recuerdo.

La última folclórica cumplió lo que prometió. Dio copla, dio bata de cola, dio brillo y dio gafas de La Martirio cubiertas de Swarovski.

Con su espectacular banda, la jerezana fue arropada por un público entregado en el Palacio de Congresos, que se ponía en pie cada vez que concluía un tema. "¡Qué bonito lo haces, hija!", vociferaban desde las butacas.

Desde Rocío Jurado a Dúrcal, Marifé de Triana, La Pantoja e incluso Raphael. La joven que ganó Se Llama Copla con apenas 16 años demostró que el género está vivo, y que puede —y debe— estar de moda.

Te he de querer mientras viva, Ojos verdes y Como una ola fueron algunos de los temas más ovacionados por un público que no imaginaba que lo mejor aún estaba por llegar.

Gallego sorprendió con varios cambios de look que dieron aún más fuerza —si cabe— al vozarrón que desplegó en cada canción. Abrió la noche con un precioso vestido blanco palabra de honor, cubierto de brillos y volantes, que se deslizaban tras ella en una elegante bata de cola. “Estoy felicísima de estar aquí esta noche, en una tierra tan coplera como La Línea”, reconocía, admitiendo también “la responsabilidad tan grande” que sentía. Le siguieron un pomposo vestido de tul azul, un conjunto de pantalón con torera y, para cerrar, un tremendo minivestido rojo de tul con cola. Ella, folclórica hasta el final.

Y no defraudó. Laura es mucha Laura.

Sus fans le pidieron —como ya es habitual— algunas de las coplas más emblemáticas. Ella tomó nota e improvisó un mix a capella, acompañada solo de palillos, deslizando los versos con una elegancia inexorable. De Hoy quiero confesar (La Pantoja) a Qué no daría yo (Rocío Jurado), Ojos verdes (Concha Piquer), Mi niña Lola (Pepe Pinto), La Loba (Marifé de Triana) o El Clavel (Rocío Jurado).

Tras atender todas las peticiones y tal como adelantó a 8Directo, Laura Gallego montó una fiesta por todo lo alto. ¡Manos arriba, DJ Gallego! La jerezana reapareció tras una mesa y un portátil, con sus inseparables gafas de La Martirio, para dar paso a un fin de fiesta muy techno que no dejó indiferente a nadie. Ni siquiera a la señora que había llegado convencida de que iba a ver belenes navideños.

Y así, la joven que un día ganó Se Llama Copla sin saberse una copla completa conquistó el Palacio de Congresos de La Línea, en una gira donde reclama más folclóricas para que el género perdure en el tiempo.