Nada hacía presagiar cuando Juan Guerrero Luque se marchó de Tarifa, en el año 1956, que llegaría a ser uno de los mejores fotógrafos del país. Bajo el nombre de Joan Guerrero y con una enseñanza autodidacta, ha dejado su huella artística en varios periódicos, como El País o El Periódico de Cataluña.
Su obra fotográfica, realizada en blanco y negro, ha mantenido con el tiempo un compromiso social. La calidad de sus instantáneas ha sido reconocida a nivel nacional, como lo muestra la concesión de la medalla de oro al mérito artístico que en el año 2009 le concedió el Ayuntamiento de Barcelona.
El Colegio de Periodistas de Barcelona acogió hace unos días la presentación de su autobiografía, titulada Zapatos Rotos, donde relata su vida de una manera tierna. “Los sentimientos, las alegrías, el hambre y el viento de levante” tienen su presencia en este nuevo libro de Juan Guerrero, que ha sido publicado por la editorial Claret.
Transcurridos 62 años de su marcha de Tarifa, la huella de su población natal sigue viva en Juan Guerrero y así se recoge en su nuevo libro. El viento de levante y la playa de Los Lances permanecen en los recuerdos de este fotógrafo de 79 años. Hasta el extremo de que la portada de su autobiografía es una fotografía suya de esta playa de su niñez.
Juan Guerrero no se cansa de recordar cuando siendo niño y tras ver en una película a un actor manejar una cámara fotográfica, cogió una caja de cerillas, le hizo un orificio, le puso una cuerda para atarla a su cuello y se fue a la playa de Los Lances a hacer imaginarias fotografías. Este fue el sencillo comienzo de su carrera artística.