(1-0) Este Algeciras tiene magia

Un zurdazo de Diego Esteban 'Maradona' reventó la escuadra de la AD Ceuta y el Derbi del Estrecho · El equipo de Lolo Escobar se levanta de su primera derrota con una victoria de mucho calado y, tras nueve jornadas, se mantiene en cuarta posición con 18 puntos

Francis Mena
Periodista
21 de Octubre de 2023
(1-0) Este Algeciras tiene magia
(1-0) Este Algeciras tiene magia

Un zurdazo de Diego Esteban 'Maradona' reventó la escuadra de la AD Ceuta y el Derbi del Estrecho, donde manda el Algeciras Club de Fútbol. Un equipo con garra y magia que se levantó de la primera derrota de la temporada, volvió a sumar en casa una victoria de mucho calado y, tras nueve jornadas, se mantiene en cuarta posición con 18 puntos, cuatro por encima del sexto clasificado -el primero de los que no están en puestos de playoff- y once más que el descenso.

Lolo Escobar, más allá de los enormes registros, ha diseñado un equipo férreo, trabajador, pero con calidad para desarbolar las naves más potentes. Un conjunto que transmite a la grada, que es una pesadilla para los rivales, sobre todo en el Nuevo Mirador, y que, salvando las distancias, deja reminiscencias de ese que logró por última vez el ascenso a Segunda A bajo el mando de don José Luis Montes. 

El duelo fue un bonito espectáculo futbolístico, especialmente en lo táctico. También en la grada, con más de 5.000 espectadores y dos aficiones entregadas a los suyos. Fue mucho lo que decantó el triunfo, pero especialmente un golpe de calidad. Un triunfo de hondo calado. Porque el Ceuta es uno de los equipos llamados a estar en la pelea por todo, como lo era el Córdoba, y en Algeciras ambos sucumbieron. Durante parte del encuentro es cierto que el cuadro de José Juan Romero tuvo la iniciativa e incluso la posesión, pero a estas alturas todos sabemos que eso no lo es todo, y el entramado de Lolo Escobar se le hace cuesta arriba a cualquier equipo.

La ocasión más clara de la primera parte, y de todo el partido hasta el gol, fue de los caballas. A los nueve minutos, tras una buena jugada por la derecha, Fran lanzó un disparo que se encontró con el larguero de la meta de Lucho. Tembló el poste y el Nuevo Mirador. El Ceuta estuvo más tiempo en territorio rival. El Algeciras aguantó el chaparrón, que no llegó a ser vendaval, supo encajar la iniciativa contraria, que tampoco llegaron a ser golpes, e incluso consiguió alternar la posesión y los momentos de ataque, aunque no tampoco creó peligro real. Poco en ese apartado para los albirrojos, que tuvo algún remate a balón parado. 

Apenas hubo fallos y eso dejó al mínimo las ocasiones. El Ceuta tuvo una opción de gol en uno de los pocos errores albirrojos a la salida, pero Lucho se lanzó como un león para evitarlo. A pesar de no ser un partido de muchas ocasiones, fue una primera parte de buen fútbol, una batalla en lo táctico y en lo físico a la altura de sus aficiones, que por fin pueden medir su añeja rivalidad en una categoría digna. 

En la segunda parte, continuó la igualdad general. El Ceuta, a ratos, fue aparentemente más dominador, pero sin inquietar demasiado la meta algecirista. Enorme la defensa con Yac Diori y Juan Rodríguez, e imperial Eric Montes. El público local pidió a los suyos más presencia arriba, y simplemente más presencia a jugadores de ataque como Zequi y Diego Esteban. No se sintió cómodo Borja y eso también lo resintió el grupo. 

Pero el Algeciras no es un equipo que se hunda y sabe vivir sin balón. Le faltó arañar algo más a la contra, hasta que encontró la magia. Diego Esteban parecía que estaba preparando una pócima en secreto, a espaldas incluso de los suyos. La tuvo preparada en el minuto 72'. Tomó el balón en tres cuartos de campo rival, lo hizo desaparecer entre sus piernas, recortó una y dos veces, dejó aturdidos a sus dos defensas caballas y lanzó un zurdazo letal para marcar un gol magistral, una obra de arte maradoniana, y poner patas arriba a una afición que celebró el gol con las manos en la cabeza.

El Ceuta quedó hechizado. El Algeciras tuvo para rematar aunque, una vez más, no aprovechó ese momento. Lolo Escobar, que antes ya había metido jugadores de refresco, reforzó la defensa con Admonio, movió el campo y anuló la reacción del rival. Poco a poco, el cuadro norteafricano volvió a tomar el balón, los albirrojos se resguardaron a la espera de un vendabal que no tuvo consecuencias. Pudo, pero este Algeciras tiene algo. La afición tuvo que aguantar la respiración ya en el descuento; un balón eternamente suelto en el área local pudo acabar de cualquier manera, nadie terminaba de despejar, nadie de rematar, hasta que se alejó, los algeciristas respiraron y poco después, el final y el éxtasis.

Otra victoria. El Algeciras Club de Fútbol suma alegrías en casa, se levantó rápido de su primera -e injusta- derrota y sigue con paso firme en su particular paseo por las alturas. 

 

 

 

 

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