El Algeciras Club de Fútbol mete la quinta. Los algeciristas lograron un triunfo contra una AD Mérida que llegaba invicto y que les vale para situarse con ocho puntos, quintos clasificados, en puestos de play-off en el grupo II de Primera RFEF. Con goles de Iván y Sardinero, suma de tres y sigue invicto en su mejor arranque en esta categoría, con dos triunfos en dos partidos en su templo, ese que tantas veces fue profanado la pasada campaña. El conjunto de Lolo Escobar, con sus puntos a mejorar, sigue en línea ascendente.
El equipo algecireño, que repitió once, ofreció una cara más dominadora y de toque que en jornadas anteriores, mejor fútbol, aunque solo se reflejó en el marcador en la segunda parte, cuando ya jugaba contra diez. En la primera mitad la posesión y a ratos el buen juego no tuvo consecuencias en el marcador ni en las estadísticas de ocasiones. Solo un tiro a puerta destacable en el primer acto, cuando el Mérida jugaba ya con diez.
Los emeritenses se presentaron con una propuesta defensiva, juntos, cerrando espacios y con poca proyección en ataque. Solo los locales buscaron la victoria. Los albirrojos intentaron salir de atrás, desde la meta, buscando mucho a Borja Fernández y con entradas por los costados. Eso sí, poca claridad en los metros finales. Juego igualado aunque la posesión y las llegadas fueron más del conjunto de Escobar.
En el minuto 37, jugada clave. Padilla dio un cabezazo al albirrojo Zequi con este en el suelo tras un forcejeo y el del Mérida vio la roja. La superioridad pudo ser también en el marcador tras un enorme pase al hueco de Diego Esteban, al que se debería buscar más, que Zequi estuvo a punto de convertir en gol pero se encontró con un meta visitante, José Andrés, que aguantó bien.
Ahí se fue la mejor, si no la única. Y el descanso sobrevino con el empate a cero y mucho trabajo por hacer.
Del vestuario salió el Algeciras decidido a por el gol. El Mérida, más atrás. El gol se paseó por la meta visitante pero sin el remate decisivo, certero. El nueve que no llega y tampoco sabemos si está.
Y mientras tanto, Iván Turrillo. La respuesta a todo en el Algeciras de las últimas décadas. Si falta algo, ahí está el capitán. El algecirista -de equipo y de sentimientos- trincó un balón robado en la presión conjunta y simplemente tiró a puerta, algo que venía reclamando a sabia grada algecireña, y la pelota botó ante el portero rival, dio en el palo y entró para convertirse en el 1-0; minuto 56.
Tras eso, el Mérida salió del noqueo y pisó territorio albirrojo. Otra vez el Algeciras no supo aprovechar la ventaja y se mostró temeroso a perderla. Tampoco se notó la superioridad numérica. El partido entró durante unos minutos en una fase peligrosa, como en Ganada. Incluso el cuadro extremeño asustó con una falta que se fue ligeramente alta.
Pero esta vez no hubo resultado agridulce, el Algeciras se recompuso con los cambios de Lolo Escobar, mordió y probó el sabor de la victoria. En el 84’, se lanzó a una contra de vértigo que culminó Sardinero para el 2-0.
El Nuevo Mirador disfrutó. Cantó la grada, saltó y, aunque hubo momentos de sufrimiento, cerró el domingo feliz con un triunfo que, a estas alturas, es tan meritorio como importante.