Una brillante regularidad, plasmada en tres tarjetas ampliamente bajo par, y un final trepidante han conducido al cordobés Víctor Pastor a proclamarse campeón de España de Profesionales, uniendo su nombre en el palmarés al de personajes ilustres como Antonio Garrido, Severiano Ballesteros, Miguel Ángel Jiménez, José María Cañizares o Manuel Piñero, asimismo ganadores en su día.
En cuanto a la participación comarcal, Mario Galiano Aguilar (Club de Golf La Cañada) ha finalizado noveno con -9 tras hacer hoy un -2, con birdie en los hoyos 3, 4, 9, 11, 14 y 18; bogey en el 8; y triple-bogey en el 2. Mientras, Enrique Marín Santander (Real Club de Golf Sotogrande) ha acabado el 18º con -6. En esta tercera jornada ha firmado birdie en los hoyos 5, 8, 11 y 18; y bogey en el 1, 4 y 15 (-1).
Por el título, en un torneo que avanzó primero a trompicones a causa del viento, reducido por ello a 54 hoyos, Víctor Pastor encontró sin embargo la manera de dotar a su juego de velocidad de crucero, con un número de aciertos en todo momento muy elevado (68, 65 y 65 golpes) que, ya en la tercera y definitiva ronda, se convirtió en acción reiterativa decisiva.
Eran, desde el principio de la última jornada, dos Víctors contendiendo por una sola victoria, la guinda final a una ronda electrizante donde algunos otros reclamaron por momentos su cuota de protagonismo pero que, a la hora de la verdad, con rondas de 7 y 5 bajo par, todo quedó en el mano a mano de los dos Víctors.
Con un golpe de ventaja sobre Víctor Pastor al comienzo del día, Víctor García Broto, con birdie en el primer hoyo, cumplió pronto con la obligación de inscribir aciertos en su tarjeta, paso ineludible para quien quisiera conseguir el título dadas las estrecheces de una clasificación donde asimismo participaban en su parte más alta Pedro Oriol y Carlos del Moral.
A la fiesta, para sazonarla con más picante, se sumaron nuevos aspirantes con visibles ganas, a base de birdies, de ser tomados en máxima consideración. Fue el caso del madrileño Gonzalo Fernández Castaño, un jugador con lustroso palmarés que ascendió como la espuma tras rubricar de manera consecutiva eagle y tres birdies antes de acabar con la mejor vuelta del día, 7 bajo par y una muy notable tercera plaza como recompensa final.
Otra propuesta sumamente interesante, por el futuro que tiene ante sí, fue el joven amateur riojano Nicolás Evangelio, empeñado desde el primer día, con aquel 7 bajo par que infundió respeto, en adquirir por méritos propios máximo protagonismo. Lejos de sentirse cohibido por el hecho de compartir su último partido con José María Olazábal, la promesa logroñesa despachó con descaro los primeros hoyos -impresionante eagle en el 1, birdies en el 2 y en el 7- para llamar a la puerta de quienes sólo un poco por encima se jugaban el título.
Y es que el epicentro de la competición se encontraba sin embargo en otro sitio, en el duelo cara a cara, sin concesión alguna, entre Víctor Pastor y Víctor García Broto. Todo parecía estar de cara para el segundo de ellos, sólido líder durante 16 hoyos, punto de inflexión de un torneo que se dio la vuelta en cuanto un golpe de aproximación defectuoso del barcelonés en el hoyo 17 le llevó a inscribir bogey en su tarjeta.
Empatados a golpes, los dos Victors forzaron de salida, cómoda bola en calle de Pastor, situación comprometida de García Broto en bunker. La sentencia estaba echada. El cordobés ratificó su dinámica ganadora con dos golpes más perfectos para birdie, el punto final de dos Victors y una sola victoria para quien llevaba el apellido Pastor en la mochila.