Un punto que suma y que tiene muchas lecturas positivas. El Algeciras Club de Fútbol ha empatado en casa frente a la UD Ibiza en un encuentro muy táctico y cerebral. Un duelo que muestra que el conjunto de Lolo Escobar es capaz de codearse con lo más granado del grupo 2 de Primera RFEF, que sabe competir no solo a base de entrega y defensa, también con protagonismo y balón. También es un duelo para lamentar la falta de un rematador, una referencia, un matador que culmine el trabajazo que es capaz de hacer línea por línea. Pero el regusto es positivo y, además, sirve para mantenerse en la zona noble.
Primera parte de fútbol muy táctico. Dos equipos muy trabajados en ese y otros aspectos, extremadamente igualados, lo que habla muy bien del Algeciras CF teniendo en cuenta que el Ibiza es uno de los conjuntos más potentes económicamente. Eso sí, escaso de ocasiones, las defensas aguantaron los ataques, casi siempre de cocido lento o a balón parado.
Solo Lucho tuvo que intervenir con cierto mérito en un disparo forzado de Soko ya en el tramo final. También el visitante Obolskii no conectó un balón con peligro metida al área local. El Algeciras, con mucho balón pero poca profundidad. Sardinero tampoco es la referencia que necesita este equipo, que va camino del ecuador sin goleador claro, sin nueve que haga de punta de lanza y aún así está arriba.
La igualdad de la primera parte se reflejó en el marcador. Lo mejor, la seguridad defensiva y la muestra de que el equipo también sabe jugar a otras cosas.
La segunda mitad fue más activa en cuanto a ataque, por momentos parecía romperse pero volví el duelo al cauce de lo táctico, volvía a dominar la cabeza sobre el corazón.
El Algeciras tuvo más profundidad y se atrevió más desde el exterior. Lanzó Rafa Roldán, también Zequi. No hubo acierto en lo metros finales. Los ataques del Ibiza tampoco fueron fructuosos.
En el 74’, primera jugada polémica. El central Escassi agarró con violencia a Zequi a la altura del cuello cuando encaraba área contraria con balón. El colegiado Víctor Pérez Pedraza se decantó por la amarilla ante la indignación del Nuevo Mirador. Con el tiempo cumplido un remate de Cueto cayó muerto en el área tras tocar en un defensa; el estadio y los albirrojos reclamaron penalti.
Un arbitraje muy a favor de corriente del grande, que fue lo único desequilibrado de un partido encorsetado, complejo en lo táctico, que pudo decantarse por uno y otro lado y se quedó en el medio. El empate le vale al Algeciras para continuar en positivo y en la zona noble de la clasificación, mientras que gana una jornada más al objetivo de la permanencia.