Dris Mohamed, representante de la Unión de Musulmanes del Campo de Gibraltar, traslada su rechazo inminente ante los acontecimientos que se están desarrollando en Afganistán y que repercute en la imagen de los musulmanes del resto de países. "Produce un gran malestar para el resto de musulmanes, ese islam no nos representa", se lamenta. Se siente indignado cuando describe el islam que imponen los talibanes. "No es lógico que los propios musulmanes huyan de su país". Para él, aquello no es islam sino una imagen distorsionada de lo que es su religión, "paz y amor al prójimo".
Madres que arrancan a sus propios hijos de sus brazos entregándolos a los soldados para que se marchen con ellos y tengan posibilidades de sobrevivir. Un adiós para siempre. Desesperación. Miles de personas corriendo tras un avión, sin maletas, pero con mucho peso y dolor a sus espaldas. Esto es lo que ha estado ocurriendo en Afganistán con la toma de poder de los talibanes. A su paso han arrasado con todo y han endurecido las normas para cada uno de ellos, siendo la mujer la más perjudicada. "Los talibanes niegan la vida a las mujeres, que son el pilar fundamental del islam", manifiesta Dris Mohamed.
"Debemos solidarizarnos con lo que está ocurriendo allí. Nosotros no nos sentimos representados ni por aquellos que dicen representarnos", se queja. Esta unión de musulmanes está formada por la mezquita de El Saladillo, el Centro Islámico del Campo de Gibraltar, mezquita La Unión, Comunidad senegalesa y organizaciones de Ceuta, quienes repudian los actos que se están cometiendo en Afganistán.
"Nosotros no somos lo que ellos están transmitiendo. Ponemos como prioridad la convivencia, el respeto al prójimo y la vida en general. Lo que están haciendo es hacer desaparecer nuestra cultura, nuestra religión", incide.
Ante la pregunta de qué está pasando con las mujeres, Dris responde: "Les están negando la vida". Define a la mujer como el pilar fundamental del islam, "es la que tiene los hijos y quien enseña la religión". Tacha de "antiislámicas" las nuevas normas que han de seguir las mujeres, en las que se les prohíbe estudiar, escuchar música, reír, o que se escuchen sus pasos al andar. "No pueden salir a trabajar, ni respirar", se queja el portavoz de la Unión Musulmana del Campo de Gibraltar.
Son muchos los kilómetros que separan el Campo de Gibraltar de Afganistán, 6.495 kilómetros concretamente, aún así los musulmanes campogibraltareños se hacen eco y trasladan su preocupación sobre los actos criminales que se están cometiendo y que difunden una imagen estigmatizada del islam. "Queremos recordar que el islam es compartir y vivir", concluye Dris Mohamed.