"La escalada de precios de la energía y esta guerra catastrófica agravan nuestros problemas de siempre"

El presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación del Campo de Gibraltar, Carlos Fenoy, comparte con 8Directo las principales inquietudes y preocupaciones actuales de los empresarios de la comarca

14 de Marzo de 2022
Carlos Fenoy 1

"Como suele ocurrir, en esta zona nos volvemos a ver afectados por cuestiones endógenas, que no está en nuestra mano el intentar solucionarlas, y las noticias de los últimos días son, además, especialmente graves. Todavía no tenemos problemas de desabastecimiento, pero ya estamos padeciendo las consecuencias de la escalada de precios, sobre todo en la energía, que está afectando a la gran industria y también al pequeño y mediano comercio, y lo que hay ahora mismo es mucha intranquilidad por cómo se van a desarrollar los acontecimientos. Además, a todo esto tenemos que sumarle nuestra casuística de siempre en nuestra comarca, todos esos problemas que arrastramos, y cómo nos afecta todo lo que pase con Gibraltar, con Marruecos, con el Puerto de Algeciras y con nuestras principales industrias".

Carlos Fenoy, presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación del Campo de Gibraltar, ha compartido en una entrevista en el plató de 8Directo algunas de las principales inquietudes y preocupaciones a las que se enfrentan actualmente los empresarios de la comarca, al hilo de una actualidad informativa que en los últimos días ha sido especialmente abundante en noticias negativas, y que ha ido empeorando casi a mismo ritmo que la guerra en Ucrania, convirtiéndose en "catastrófica".

En plena recuperación post-Covid y teniendo que afrontar, además, en algunos casos, la devolución de los préstamos ICO concedidos en lo peor de la pandemia, los empresarios campogibraltareños afrontan tiempos inciertos, a los que desde la Cámara se intenta hacer frente apostando por la formación, la digitalización y la innovación, con proyectos de FP Dual y convocatorias de ayudas como las Innocámaras, anunciadas esta pasada semana.

Pregunta: La industria parece estar atravesando en estos días una situación especialmente complicada, como demuestra el ERTE anunciado por Acerinox... ¿Cómo valoráis esta situación desde la Cámara?

Respuesta: En el caso de Acerinox, y de otras grandes empresas que tenemos aquí, hablamos de industrias con una tecnología puntera y adaptada hace muy poco tiempo, que necesitan mucha energía para producir. Desgraciadamente, el modelo energético no se ha sabido adaptar con la rapidez que se exigía, y ahora nos ha venido otro acelerón más, con esta situación de guerra en Europa, que nos hace reflexionar sobre la necesidad de depender menos del gas. Y en esta comarca, que ha sido una zona de producción de energía muy potente, con el carbón primero, luego con las centrales de ciclo combinado, llevamos casi dos años hablando de una trancisión al hidrógeno verde, pero todavía no estamos viendo cuáles son esos proyectos ni cuándo van a ser una realidad. Es verdad que los acontecimientos nos obligan a ir un poco acelerados, pero en algún momento alguien con responsabilidad política, ya sea en Europa o en España, tendrá que establecer cuál es ese modelo de transición energética y definir a la mayor brevedad esos proyectos, así como los de las energías renovables.

En ese ámbito, también está por ver cuál es el plan de futuro de Cepsa en la zona, una vez que se ha hecho pública la noticia de que no habrá Fondo de Barril, ¿no?

Bueno, UGT ponía el tema sobre la mesa en estos días, pero yo recuerdo que este verano, en una mesa redonda organizada por la Mancomunidad, ya escuché al anterior CEO de Cepsa afirmar que el del Fondo de Barril era un proyecto de un modelo energético que no iba a tener ya viabilidad. Distintas circunstancias han ido retrasando esa inversión, que inicialmente era interesante, se ha empleado mucho tiempo, demasiado, en elaborar permisos, licencias, organización... y ahora el mercado no está por consumir ese tipo de combustibles de bajo nivel de azufre. En diciembre, Cepsa ya anunció que estaba elaborando un plan estratégico para los próximos años. La buena noticia es que confirmó que la Refinería Gibraltar-San Roque seguiría teniendo inversiones y, por tanto, futuro, aunque no especificó más, y a estas alturas del año, ya en marzo, aún no sabemos en qué va a consistir ese plan estratégico. Confiemos en que garantice la continuidad de una de las industrias que constituye, en esta comarca, uno de los mayores motores de creación económica, de empleo y de riqueza.

De un tiempo a esta parte venís manifestando también vuestra preocupación por la nueva normativa europea de emisiones, y por cómo va a afectar al Puerto Bahía de Algeciras...

Al igual que otras, es una situación que nos viene sobrevenida, que no es responsabilidad nuestra, pero nuestra obligación es defendernos y tratar de hacer ver a la Administración que hay que rectificar. En este caso, lo que se pretende desde la Unión Europea es reducir la emisión de CO2, de gases de efecto invernadero, con una progresión desde 2025 hasta 2030, y eso va a tener un impacto en el transporte marítimo, que hasta ahora no estaba sujeto a derechos de emisión. Y claro, nuestro puerto es paradigmático en lo que respecta a las consecuencias negativas que puede tener esta normativa europea, porque tenemos un puerto espejo a prácticamente 14 kilómetros, que no va a estar sujeto a ella, lo que provocaría que los tráficos se desviasen.

Hablamos, claro está, de Tánger-Med...

Sí, pero es que, además, tenemos que recordar que el desarrollo de ese puerto no es algo aislado, sino la herramienta de esa estrategia de Estado que definió Marruecos en su momento para la zona norte, y que necesita para expandirse económicamente por el mundo. Lo importante no es solo Tánger-Med, que lo es, sino todo lo que está detrás: fábricas de automoción, de componentes para vehículos, industria farmacéutica, industria textil... Es decir, que se está llevando a cabo un desarrollo industrial potente, y con todas sus infraestructuras hechas, porque lo que aquí llevamos reclamando cien años allí se ha hecho en menos de un decenio: líneas férreas de alta velocidad para pasajeros, líneas para mercancías de altas prestaciones, autopistas... Todo eso ha hecho que su puerto haya crecido de una manera espectacular. Y nos encontramos con que está en la misma ubicación geográfica que nosotros, por lo que tiene la misma ventaja competitiva y para el transbordo de mercancías, y ahora, además, con unas emisiones que va a seguir permitiendo, al no estar bajo el control de la Unión Europea. Y eso no solo va a afectar a nuestra comarca, sino a España y a Europa: ya hace años que perdimos la capacidad de producción, externalizándola a los mercados asiáticos para abaratar costes, y ahora vamos a perder también capacidad de gestión en la cadena logística.

En la comarca, además, seguimos preocupados por los efectos del Brexit...

Una de las consecuencias que más nos preocupa es la que pueda tener para los transportistas que cada día cruzan la frontera. Durante un tiempo, sin ningún documento ni acuerdo, que nos conste el tránsito de mercancías a un lado y otro se estaba haciendo como siempre, pero la situación cambiaba a 31 de diciembre de 2021 y actualmente España está aplicando la normativa que se aplica en cualquier estado de la Unión con respecto a un tercer país. Ahora hay que ver cómo afronta Gibraltar esta situación, qué permisos y autorizaciones tienen que recabar nuestros transportistas, que llevan años y años haciendo su trabajo allí, y que tienen que saber si tienen que sacarse algún permiso adicional, si hay que registrarse en alguna base de datos o algún otro sistema, y que los transportistas de Gibraltar se ajusten también a las normas de Europa. Todo esto ahora mismo son desajustes, porque las decisiones siempre se toman en Madrid, Londres y Bruselas, lejos de la zona, y mi impresión personal es que la relación entre Gibraltar y la comarca no ha sido prioritaria en ningún momento para Europa: eran más importante otras cuestiones como la pesca en Francia o el pacto de las dos Irlandas, y nosotros, como nos suele ocurrir, hemos estado en una esquinita, apartados de todo. Ojalá se hubiera conseguido por parte del Gobierno de España un Régimen Especial, que nos hubiera homologado al entorno, como le pasa a Ceuta, que tiene otras condiciones de fiscalidad y de inversiones, y nos hubiera permitido jugar como comarca en la misma división que el resto.