Ya son tres meses, más de 90 días, sin noticias de Paco Cano, el profesor jubilado de Los Barrios, muy vinculado al mundo del deporte y el atletismo, que desapareció el pasado 13 de agosto cuando salía a caminar. Su familia continúa sumida en la tristeza, el desánimo y la desesperación: "Nuestro miedo es que este caso caiga en el olvido".
Sobre los trabajos de investigación, la familia de Paco Cano asegura no tener ninguna nueva noticia. "Tristemente estamos en el mismo punto que a las pocas semanas de la desaparición de mi padre, sin novedades, sin ningún avance", comparte con este medio Irina Cano, hija del exprofesor desaparecido. "Al menos esto es lo que nos llega. La comunicación con Policía Judicial es cada vez menos fluida. Entendemos que el caso de una desaparición es complicado pero lo que nos extraña, lo que no concebimos, es que estemos exactamente en el mismo punto que a las pocas semanas de la desaparición de mi padre. Ni siquiera tenemos claro, no sé si los investigadores lo tendrán, qué hipótesis son las que se barajan", añade.
La familia sostiene que, según las últimas comunicaciones mantenidas con los investigadores, todas las hipótesis se mantienen abiertas. "Puede ser una desaparición voluntaria, forzosa, accidental, todo está abierto y ni siquiera sabemos a qué va encaminada la investigación. No tenemos ninguna noticia", expone Irina Cano, que insiste que "nosotros estamos seguros que la desaparición de mi padre no ha sido voluntaria".
"Estamos desesperados. Nos cuesta concebir que después de tres meses no tengamos un hilo del que tirar, una hipótesis concreta sobre la que trabajar. Nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, continuamos haciendo lo que podemos, mi madre por ejemplo llama diariamente al banco o se pasa por allí, y nada, no hay ningún movimiento bancario. Lo que refuerza nuestra idea de que la desaparición de mi padre no ha sido voluntaria. Yo vivo fuera de Los Barrios pero mis hermanos, siempre que pueden, suelen salir a buscar pero es muy complicado porque no tenemos idea, ni ningún recurso. Nos parece inconcebible que una persona desaparezca en un núcleo urbano y no haya nada donde investigar, o por lo menos esa información nosotros no la tenemos", señala Irina Cano, que entiende que "a estas alturas no sé si hay dispositivo de búsqueda, imagino que no. Nosotros habíamos centrado todas nuestras esperanzas en la investigación, pero no tenemos absolutamente nada".
"Al final nuestro miedo, que era que el caso de mi padre quedase en el olvido en un cajón, es lo que nos estamos encontrando. Van a pasar ya cuatro meses y estamos en el mismo punto que a las pocas semanas de su desaparición. Nos cuesta entender esto. Es muy duro encontrarte en esta situación", concluye.