"Un Brexit duro supondría un palo más grande que el cierre de la frontera en el 69"

28 de Octubre de 2020
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Cuatro años después del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea y a tan sólo dos meses de que concluya el periodo transitorio de un año para la negociación de esta ruptura, el Brexit parece consumarse sin todavía un acuerdo claro al respecto. Un escenario, el de la posibilidad de un Brexit duro, que desde el Grupo Transfronterizo no quieren, ni pueden, llegar a plantearse.

"Equivocadamente se piensa que un Brexit duro nos situaría en las mismas condiciones que el cierre de la frontera en el año 69. Pero lo cierto es que supondría un palo más grande que el cierre del 69, porque el nivel de vida de hoy es mucho más superior", señala en 8Directo el nuevo presidente del Grupo Transfronterizo Michael Netto, del sindicato gibraltareño Unite, y que junto a María del Mar Sánchez, representante de la Confederación de Empresarios de Cádiz y nueva vicepresidenta del grupo, asumen estos cargos de responsabilidad rotatorios en un momento clave para dos poblaciones fronterizas como el Campo de Gibraltar y Gibraltar, con lazos económicos y sociales de los que dependen, por ejemplo, 15.000 trabajadores transfronterizos.

El acuerdo de retirada, con el anexo sobre Gibraltar, y los memorandos de entendimiento pactados entre la Unión Europea, Reino Unido y España han permitido hasta el momento que el colectivo de los trabajadores transfronterizos mantenga su statu quo. "En este tiempo y hasta enero, los trabajadores transfronterizos no han sufrido ningún tipo de inconveniente. Lo que se intenta con los memorandos es que se mantenga esta situación, que habrá que negociar, informar a los transfronterizos y regularizar, para asegurarles todos sus derechos", añade María del Mar Sánchez.

Del otro lado, Gibraltar también se enfrenta a unas circunstancias excepcionales e "impuestas". Los gibraltareños votaron mayoritariamente, con más de un 95% de los votos, a favor de la permanencia en la Unión Europea. "La realidad es que en Gibraltar esto se ve con mucha incertidumbre, en el sector privado, en el comercio, la preocupación es grande. La válvula de escape de Gibraltar es la mano de obra tan grande que recibe del Campo de Gibraltar. Cuando se aprieten las clavijas al que más va a afectar, desgraciadamente, es al trabajador. Por eso el enfoque tiene que ser el de la ciudadanía, sin enfoque de Estados, ni de soberanía, el enfoque tiene que ser la supervivencia económica de la región. Tenemos que exigir a los políticos altura de miras", declara Netto.

Para el Grupo Transfronterizo, esta particular situación y las actuales negociaciones van más allá de la coyuntura del Brexit, sumando ahora también los efectos económicos derivados de la pandemia de Covid-19 y otros escenarios políticos internacionales como las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. "Ahora mismo nos encontramos en el mismo punto que cuando empezó todo esto el Brexit: una gran incertidumbre. Las negociaciones a nivel España y Gibraltar, con el tema de los memorandos, van bien, continúan adelante. Pero las informaciones que llevan de la gran negociación no son tan optimistas", subraya María del Mar Sánchez. El Grupo Transfronterizo ha intensificado en estos últimos años su agenda de reuniones con representantes políticos europeos, británicos, españoles y gibraltareños.

Primeras consecuencias de un Brexit duro

Una mayor burocracia, con subidas tarifarias sobre las mercancías, y una menor fluidez en la frontera con Gibraltar serían sólo algunas de las primeras consecuencias de un Brexit duro. "También todo cambio económico conlleva una serie de cambios sociales, de las relaciones humanas y familiares que siempre han existido. La magnitud del problema es muy grande y soluciones hay si dejamos la política de Estado a un lado y nos centramos en el ciudadano de a pie", asegura Netto.

Para el nuevo presidente del Grupo Transfronterizo, una evidencia del fracaso de las actuales políticas desarrolladas hasta el momento en la zona es el aeropuerto. "No se comprende que haya un aeropuerto que llegue hasta un lado de la frontera y que esa expansión al otro lado no se haya materializado, por ejemplo. No se comprende que los políticos no lleguen a acuerdos, por unos intereses macropolíticos de Estado, y no beneficien a la zona", añade Michael Netto.

"Lo único que pedimos es voluntad. Esto para nosotros significa muchísimo. Negocios, familias, en esta zona dependemos de estas relaciones. Necesitamos un marco de estabilidad, un punto de partida de un nuevo escenario que traiga prosperidad y que permita desarrollar proyectos en común, como por ejemplo trabajar en un turismo conjunto. Ellos por otro lado, en Gibraltar, tienen falta de suelo, pues todo es negociar. Hay que tener voluntad entre las partes y que exista realmente ese clima favorable. Si nosotros somos capaces de sentarnos con nuestras diferencias, tanto empresarios como sindicatos, del Campo de Gibraltar y Gibraltar, y hemos alcanzado puntos en común, los políticos también puede hacer ese esfuerzo".