Las negociaciones y el diálogo para alcanzar un acuerdo en la firma del convenio colectivo han fracaso y el sector del metal en la provincia de Cádiz entra desde esta medianoche, martes 15 de noviembre, en una huelga indefinida. Unos 7.000 trabajadores de unas 150 empresas del Campo de Gibraltar están llamados a esta huelga, como ya ocurrió en los paros del 9 y 10 de noviembre.
La Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (FEMCA) y los representantes de los trabajadores intentaron evitar la huelga el pasado viernes, en una cita promovida por la Junta de Andalucía en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL), en Sevilla, y en la que ambas partes se levantaron de la mesa sin acuerdo y que solo sirvió para dejar a las claras que las posturas están todavía alejadas. La patronal propuso la prórroga del convenio hasta el 31 de diciembre de este 2021 y a un incremento de los salarios escalonados: subida del 0,5% para el periodo de 2021, y un 1,5% en los años 2022 y 2023. Frente a esto, la reivindicación de los sindicatos: el IPC para 2021 y una subida del 2,5 más el IPC para el 2022 y una del 3% para 2023.
En toda la provincia, son unos 20.000 los trabajadores del metal afectados por esta situación. Fuentes sindicales aseguran que no hay convocada ninguna manifestación aunque advierten de que los trabajadores "están más cabreados y la tensión está por las nubes", aunque esperan que "no haya nada grave". No hay que descartar que las acciones de los piquetes en los accesos a los puestos de trabajo provoquen, como en los paros de la pasada semana, retenciones en el tráfico.
En los paros del 9 y 10 de noviembre, los sindicatos cifraron en el cien por cien el seguimiento de la huelga en el Campo de Gibraltar, y en porcentajes similares en la Bahía de Cádiz, donde se produjeron importantes cortes del tráfico.