Podemos promete plantar 1.000 árboles en La Línea para bajar las temperaturas y luchar contra el cambio climático

Los morados aseguran que un árbol equivale a 12 aparatos de aire acondicionado y baja cinco grados la temperatura

21 de Mayo de 2023
Podemos promete plantar 1.000 árboles en La Línea para bajar las temperaturas y luchar contra el cambio climático.
Podemos promete plantar 1.000 árboles en La Línea para bajar las temperaturas y luchar contra el cambio climático.

Cristina Sanz, candidata de Podemos a la Alcaldía de La Línea, ha detallado el plan municipal de los morados para adaptar la ciudad al cambio climático, cuya consecuencia más evidente es una fuerte subida de las temperaturas, que pasa por plantar 1.000 árboles en cuatro años y sombrear con telas itinerarios peatonales, tanto del centro como de las barriadas, así como climatizar los colegios públicos.

La alcaldable morada considera que “prácticamente no hay árboles” en La Línea y “los pocos que hay están medio muertos por falta de mantenimiento y podas inadecuadas”. 

Así, el programa electoral de Podemos para La Línea contempla un plan municipal de lucha contra el cambio climático que pasa por plantar 1.000 árboles de raíz profunda, instalar lonas de tela en itinerarios peatonales y, en definitiva, “preparar la ciudad para las consecuencias del cambio climático que estamos viviendo ya estos días con temperaturas fuera de lo habitual”.

Según la candidata de Podemos a la Alcaldía de La Línea, Cristina Sanz, “un árbol de grandes dimensiones equivale a doce aparatos de aire acondicionado, reduce en más de cinco grados la temperatura, consumen dióxido de carbono y aportan oxígeno que sirve para mejorar la calidad del aire”. 

“Es decir, plantar árboles sólo tiene beneficios siempre y cuando tengan un mantenimiento adecuado y se planten especies que con poco consumo de agua aporten gran sombra”, ha subrayado Cristina Sanz.

La candidata de Podemos a la Alcaldía linense considera que la lucha contra el cambio climático debe tener también en cuenta que “no es lógico que tengamos un urbanismo de hormigón y cemento en una ciudad del sur de Europa donde las temperaturas cada año son más elevadas, fruto de las consecuencias del cambio climático, por lo que urge repensar la ciudad en su conjunto”.