La Fundación Ramón Díaz de Bustamante, encargada de la gestión de la residencia de ancianos San Ramón de Los Barrios, renueva sus miembros, siendo el barreño David Salazar el último integrante en entrar a formar parte de este patronato.
"Afronto esta tarea con optimismo, como un reto muy bonito. Aunque vivamos unas circunstancias muy complejas, que se agravan. cuando trabajamos con mayores dependientes, siempre se sale adelante con ganas e ilusión", destaca a este medio David Salazar.
La residencia San Ramón de Los Barrios cuenta con 32 residentes dependientes; 20 de estas plazas están concertadas con la Junta de Andalucía y las otras 12 afrontan una cuota mínima que permite la subsistencia del centro. Dispone de 22 profesionales cualificados y la dedicación de cuatro hermanas franciscanas. "Esto no saldría adelante sin la extraordinaria labor de todos los trabajadores y la dedicación de las hermanas franciscanas que llevan más de 70 años en nuestro pueblo dedicándolos a la enseñanza y a los más vulnerables de la sociedad", añade Salazar.
Esta residencia se encuentra en estos momentos libre de Covid-19, cumpliendo con todos los protocolos que dictan las autoridades sanitarias. Todas las semanas su personal se somete a pruebas PCR de detección del coronavirus y los residentes, cada 15 días. Al comienzo de esta crisis sanitaria tres residentes perdieron la vida a causa del Covid. "Cuando aquello se produjo no había establecido ningún tipo de protocolo. Una residente lo contrajo en el hospital cuando ni tan siquiera se conocía la existencia del virus. Por suerte, a día de hoy, estamos limpios, sin duda gracias al trabajo y al valor humano de todos los profesionales de esta residencia".
El Covid-19 y la complicada situación de las residencias
El Covid-19 no sólo a puesto en jaque a las residencias de ancianos en el plano sanitario, también en el económico. "Este tipo de residencias, amparadas en una fundación o patronato sin ánimo de lucro, sin consejo de administración donde haya reparto de beneficios, están afrontado una merma importante de ingresos, con la reducción de espacios y plazas disponibles, así como de incremento de gastos", explica David Salazar. Cumpliendo con la nueva normativa, una empresa externa acude semanalmente a esta residencia para desinfectar integralmente todos sus espacios e instalaciones. Esto, junto con la compra de equipos de protección individual y el incremento casi de un tercio de los gastos en utensilios de desinfección y limpieza, son sólo algunos de los gastos extraordinarios que la residencia San Ramón hace frente en estos meses de pandemia, a los que se añaden las reformas lógicas que hay acometer en un edificio que el año que viene cumple 30 años. Por tanto, "la búsqueda de una mayor financiación externa, tanto pública como privada, es uno de los retos que nos marcamos a corto y largo plazo", añade Salazar. La fundación presenta sus cuentas dos veces al año.
¿Quién fue Ramón Díaz de Bustamante?
Ramón Díaz de Bustamante fue un médico vecino de Los Barrios que tras su fallecimiento en 1947, y al no tener descendencia, designó en su testamento la constitución de una fundación que se dedicara a la enseñanza de los menores y a asistir a aquellos más desfavorecidos de la población a través de una congregación religiosa. Por este motivo, en ese año llegaron a Los Barrios las Hermanas Franciscanas del Rebaño de María. A principios de la década de los 80, con el patrimonio de la fundación, se compraron los terrenos donde se edificó el colegio público San Ramón Nonato y posteriormente la antigua fábrica de harina donde con la ayuda de muchos vecinos se construyó la actual residencia San Ramón, siendo inaugurada el 1 de abril de 1991.