Dos adolescentes malagueños acusados de "golpear, morder y arrojar piedras y ladrillos" a un agente de la Policía Real de Gibraltar recibieron ayer, miércoles 6 de septiembre, la libertad condicional en el Tribunal de Primera Instancia.
Los dos jóvenes de 14 años, de Fuengirola y Mijas, que no pueden ser identificados por razones legales, habían entrado ilegalmente en Gibraltar escalando la valla de Western Beach alrededor de las 14.30 horas del pasado martes (5 de septiembre). Una vez en la playa, un agente vestido de civil, que se identificó como policía, detuvo a los adolescentes.
Siempre según el relato oficial de la policía gibraltareña, uno de ellos salió corriendo inmediatamente, mientras que el otro le dio un puñetazo en la cara al agente. El oficial detuvo al adolescente, quien lo golpeó colocándolo con un brazo en el suelo. Mientras esperaba refuerzos, el segundo adolescente golpeó al oficial antes de arrojarle piedras y ladrillos. Mientras tanto, el otro mordió al oficial en la mano.
Agentes de la Policía de Defensa de Gibraltar llegaron unos minutos más tarde a la playa y ayudaron al agente de la RGP, que tenía varias heridas leves.
Los dos jóvenes españoles fueron arrestados bajo sospecha de ingresar a Gibraltar sin pasar por un puerto de inmigración y de agredir a la policía. Una vez en New Mole House, uno de los imputados fue arrestado por asalto para impedir el arresto. Ambos fueron acusados y pasaron la noche en New Mole House antes de comparecer ante el tribunal.
Ayer, en el tribunal de primera instancia, los adolescentes se declararon culpables de todos los delitos, se les concedió la libertad condicional de 12 meses por las agresiones y una condena por entrar ilegalmente en Gibraltar.
Una libertad condicional significa que el delincuente es puesto en libertad y el delito se registra en sus antecedentes penales. No se toman más medidas a menos que cometan un nuevo delito dentro del plazo especificado por el tribunal.