El Gobierno de Gibraltar ha publicado el informe oficial sobre el accidente ocurrido el 20 de mayo de 2025 a bordo del buque cisterna MT Nisyros, en el puerto gibraltareño, que provocó la muerte de un tripulante mientras operaba el molinete de amarre de proa.
La investigación determinó que el equipo de amarre no cumplía con los requisitos establecidos, no se asignó un oficial al puesto y el tripulante combinaba varias tareas al mismo tiempo, lo que pudo provocar que quedara atrapado en el tambor del molinete. Además, el informe detalla que "es posible que la palanca de activación del molinete se hubiera dejado bloqueada en posición de funcionamiento mediante el clip de seguridad o un dispositivo externo". En ese momento, "el tripulante pudo haber quedado enredado con el cabo flojo encontrándose demasiado cerca del tambor, lo que probablemente provocó que fuera arrastrado por los pies hacia el interior del tambor en movimiento".
El informe incluye recomendaciones para mejorar la seguridad, especialmente la capacidad de respuesta de emergencia en el puerto y el cumplimiento de los procedimientos de amarre.
Neil Atkinson, responsable de la Oficina de Cumplimiento de Investigaciones de Accidentes Marítimos, subrayó: “Este trágico accidente podría haberse evitado si se hubiera destinado el número adecuado de tripulantes al puesto de amarre de proa y se hubieran seguido correctamente los procedimientos establecidos para las maniobras de amarre. Además, es fundamental que no se anulen ni manipulen los dispositivos de seguridad”.
Las investigaciones realizadas en virtud del Reglamento de Gibraltar sobre la Marina Mercante de 2012 tienen el propósito de reducir el riesgo de accidentes e incidentes marítimos en el futuro, así como las consecuencias graves que puedan tener, entre ellas la pérdida de vidas humanas, la pérdida de buques y la contaminación del medio marino.