El ministro de Exteriores de Reino Unido, David Cameron, y el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de negociar con los británicos tras el Brexit, Maros Sefcovic, se reunirán este jueves en Bruselas para hacer balance de las relaciones entre la UE y Reino Unido tras el divorcio, sin que la situación de Gibraltar figure por el momento en la agenda formal y ello a pesar de que ambas partes apuntaron a un acuerdo en "semanas" cuando a mediados de abril relanzaron la negociación a nivel político.
Bruselas y Londres escenificaron el pasado 12 de abril el deshielo político de las conversaciones tras dos años y medio de contactos durante los que se han sucedido 18 rondas de negociaciones sin que de ellas trascendieran avances concretos. La cita se produjo, además, días después del malestar creado en el Gobierno español por las declaraciones de otro vicepresidente comunitario que puso en duda las opciones de acuerdo antes de que se produjeran las elecciones europeas del 9 de junio.
Cameron y Sefcovic evitaron entonces comparecer al término de su encuentro pero aseguraron mediante un comunicado conjunto que había progresos "significativos" y habían acordado "líneas políticas generales, incluidas sobre el aeropuerto, bienes y movilidad. A la cita acudieron también el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo.
La declaración incluyó, además, el compromiso de continuar las negociaciones "durante las próximas semanas para concluir el Acuerdo UE-Reino Unido", sin dar más detalles sobre el calendario ni aclarar si habría nuevos encuentros a nivel político para llegar a un acuerdo que resuelva el 'limbo' en el que se encuentra el Peñón en su relación con el bloque desde que se consumó el Brexit.
El acercamiento, no obstante, despertó las alertas en Londres y los diputados de la comisión de vigilancia de las relaciones con la Unión Europea en la Cámara de los Comunes avisaron en una carta de su "preocupación" por el riesgo de que lo pactado suponga una cesión de soberanía por parte de Reino Unido, habida cuenta de que Gibraltar deberá alinearse con parte del acervo comunitario bajo el escrutinio del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
Fuentes comunitarias y británicas consultadas por Europa Press confirman que las negociaciones entre Bruselas y Londres siguen su curso pero eluden valorar cuán cerca puede estar la conclusión. Tampoco responden las fuentes a si hay fecha para una nueva ronda ni aclaran si se baraja que la cita de este jueves entre Sefcovic y Cameron pueda ser una nueva oportunidad para abordar la negociación de Gibraltar junto a Albares y Picardo.
Desde el arranque de las conversaciones se apunta a la supresión de la Verja y la entrada 'de facto' de Gibraltar en Schengen, para lo cual los controles fronterizos deberán trasladarse al puerto y el aeropuerto. Reino Unido rechaza que sean agentes españoles los que efectúen esos controles, de ahí que sobre la mesa esté una propuesta para que durante un periodo transitorio de cuatro años esta tarea recaiga en la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).
Otro de los aspectos más espinosos de la negociación, de la que apenas han transcendido detalles en los más de dos años transcurridos, es el del aeropuerto de Gibraltar. El aeródromo se encuentra construido en el istmo que une el Peñón con el resto de la península y es territorio en disputa.
España ha venido reclamando el uso compartido de las instalaciones para que puedan beneficiarse de ello toda la región, pero Reino Unido se opone de plano, considerando que choca con su postura respecto a la soberanía.
REUNIÓN DE ALBARES CON REPRESENTANTES DEL CAMPO DE GIBRALTAR
Precisamente, Albares se reunió este lunes en el Ministerio con el consejero de Presidencia de la Junta andaluza, Antonio Sanz, y alcaldes del Campo de Gibraltar, así como con representantes de empresarios, sindicatos, el puerto de Algeciras, ONG ecologistas y otros, para informarles de los resultados del encuentro del 12 de abril.
Según el ministro, desde entonces se han producido "avances" y ha habido nuevos contactos. "Estamos en reunión permanente", sostuvo, sin querer precisar cuándo podría producirse la siguiente reunión de alto nivel.
No obstante, Albares sí que quiso dejar claro, para calmar algunas de las inquietudes trasladadas por sus interlocutores, que el futuro acuerdo garantizará los derechos de los trabajadores transfronterizos del Campo de Gibraltar, tanto los actuales como los futuros, y también regulará lo relativo a la entrada y salida del personal militar británico que llega al puerto y el aeropuerto del Peñón.
El objetivo último, reiteró, es crear "una zona de prosperidad compartida" y abrir "una nueva etapa de convivencia entre el Campo de Gibraltar y Gibraltar" en la que tras años de "estrechas relaciones económicas, comerciales y personales que en la comarca son normales ya de hecho lo sean también de derecho, y que evitemos a su vez situaciones de desconfianza, incidentes y desigualdad que no están justificadas".