Bodas Alcaidesa. Este es el sobrenombre que, con el tiempo, han alcanzado las bodas que se celebran en el club de golf sanroqueño. Y lo han hecho porque han logrado un nivel de especialización y detalle únicos para que todas y cada una de ellas tenga eso sello especial, exclusivo, fruto del trabajo que realiza todo su personal.
"Hemos adquirido un conocimiento muy grande organizando este tipo de celebraciones. Somos especialistas en personalizar cada una las bodas que tienen lugar en Alcaidesa. Al fin y al cabo es su día soñado, y tiene que ser perfecto, tanto para ellos como para todos los invitados. No centramos nuestro trabajo únicamente en los novios, también en el resto de personas que les acompañan", explica Charo Sato, Event Manager de Alcaidesa.
La especialización es la palabra para conseguir el éxito, la felicidad del cliente. "Controlamos todo el proceso, los tiempos del cóctel, de la comida, de la ceremonia si se celebra aquí... Una boda tiene que ser dinámica y todos los que asistan a ella tienen que llevarse una buena impresión, una buena imagen de Alcaidesa, y en eso ponemos todo nuestro trabajo y esfuerzo", añade.
Alcaidesa recibe cada a año a multitud de parejas, diversas en edad, nacionalidad o condición sexual, y las hay grandes y pequeñas, de 500 invitados o de solo diez. "Ponemos el mismo empeño en todas, todas son igual de importantes", explica Sato.
La responsable de eventos de Alcaidesa Golf reconoce que una boda sigue siendo un evento eminentemente familiar. "Hoy son tan importantes los familiares como los amigos, y los novios le dan mucha importancia a esa condición; pero también a la comida, a la barra libre, o el baile. Como digo, bodas hay muchas, y todas tienen su toque diferente. Lo que nunca falta y nunca falla en una boda es el jamón ibérico", concluye Charo Sato.
Boda de Davinia y Jhony.
Fotos: Juanlu Corrales.