El alga asiática Rugulopteryx okamurae sigue sin contar con una firme oposición humana en su invasión de los fondos del Estrecho de Gibraltar y más allá, pero es posible que la esté empezando a encontrar en el reino animal submarino en forma de depredadores. Científicos estudian si ya hay especies que se están alimentando de este alga tras hallarse restos de la misma en estómagos de peces herbívoros.
Hace unos meses un pescador submarinista pescó en Cabopino (Marbella) un pez que tenía el estómago lleno de Rugulopteryx okamurae. Un hallazgo que podría suponer una esperanza: la adaptación del medio al avance de la especie asiática. Ahora mismo solo es una hipótesis en estudio aunque, de momento, los expertos aclaran que estas especies no tendrían capacidad para comerse 100.000 toneladas de alga invasora que puede haber en el Estrecho.
En cualquier caso, este de Cabopino no ha sido un hecho aislado. Este verano se han detectado a diferentes especies de herbívoros marinos que podrían estar comiendo alga asiática. Marineros de Tarifa han encontrado ejemplares de salpa con restos en su aparato digestivo y hasta hay un vídeo de una dorada que parece estar "picando" esta especie. Además, un profesor y alumnos del IES Getares han advertido de que la Aplysia depilans, una babosa marina común en la zona, come Rugulopteryx okamurae.
Expertos en la materia, como el catedrático linense de Biología Marina José Carlos García Gómez, que lidera una investigación sobre este alga asiática a través de la Universidad de Sevilla, van a profundizar en estos casos. La intención es analizar ejemplares capturados y congelados, e incluso se ha propuesto la captura y cría en cautividad en peceras para estudiar su comportamiento en relación con la Rugulopteryx okamurae.
Antonio Vegara, profesor y estudioso de las algas en el Estrecho de Gibraltar, insiste en que son datos preliminares que podrían indicar una respuesta del ecosistema como contraataque a la invasión del fondo marino. Considera que sería una buena noticia que se confirmase que a la Rugulopteryx okamurae le ha salido depredador en el Estrecho pero insiste que se tiene que sumar a esta lucha "la inteligencia humana, la buena praxis pesquera y la debida diligencia de las administraciones". "De lo contrario, no sumamos y si no sumas, no llegas", declara.