Eso ocurrió el sábado y, días después, se llevaron los potentes motores de la embarcación y prendieron fuego a la narcolancha para evitar restos. Esta mañana de viernes, una semana después, seguía sobre las arenas de El Rinconcillo, en la orilla algecireña de la desembocadura de Palmones. Sobre ella, nada, latas de refrescos y una garrafa.
El colectivo de funcionarios aprovechó la imagen para reclamar que la zona sea declarada de especial singularidad y pide “"dignidad laboral y salarial". “El trabajo que se realiza en el Estrecho no es comparable a otras zonas. Seguimos luchando. Declaración de Zona Especial de Singularidad ya. El narcotráfico continúa azotando la comarca", denuncia el colectivo de trabajadores en su cuenta de Twitter.