Dos trabajadores de la Refinería Gibraltar Cepsa han dado positivo en COVID-19. Uno de ellos permanece ingresado en un hospital privado y el otro está siendo tratado en su domicilio. Estos son los dos primeros casos de infección por coronavirus que se han conocido entre la plantilla de la refinería sanroqueña desde que se iniciara la crisis sanitaria.
Responsables de Cepsa han señalado que "de momento y gracias a todas las medidas adoptadas desde hace semanas, la afección de la enfermedad en la plantilla es muy limitada", explican.
La dirección afirma haber extremado las medidas de seguridad e higiene en el centro industrial. "La compañía tiene definidas actividades críticas y el personal imprescindible tiene identificados suplentes, si fueran necesarios, para seguir operando, ya que somos una industria esencial", añaden.
Hay que recordar que las instalaciones de Cepsa en San Roque no se han visto afectadas por las restricciones del Gobierno en materia de producción puesto que se considera servicio esencial. Pese a ello, muchos de los empleados que habitualmente acuden a las instalaciones a trabajar están desempeñando sus labores desde casa, por lo que el número de trabajadores que acude a la planta se ha visto reducido desde que se decretó el estado de alarma.
Cepsa mantiene la producción de productos básicos
Cepsa mantiene su actividad industrial durante la crisis sanitaria. En concreto, los productos fabricados en las plantas petroquímicas de Cepsa tienen multitud de aplicaciones en productos necesarios para combatir el coronavirus, así como para frenar su propagación. Entre estos productos, se encuentran el LAB y el Fenol, de los que Cepsa es el único productor en España. Estos compuestos son materia prima de muchos productos de la industria farmacéutica, tecnológica y el sector médico entre otros.
Para continuar con esta producción, Cepsa ha puesto en marcha un Plan de Continuidad que contempla el incremento de las medidas de limpieza y la restricción en el acceso a todos sus centros. La compañía ha definido actividades críticas y el personal imprescindible, designando suplentes para seguir operando. Por su parte, los empleados de oficina están trabajando en remoto desde el inicio de la crisis.