Las guarderías del Campo de Gibraltar retoman su actividad. Los más pequeños, los menores de 0 a 3 años, vuelven desde hoy a los centros infantiles en el curso más incierto marcado por la pandemia de coronavirus y que ha motivado que las plazas disponibles este año no se hayan cubierto en su totalidad. La ilusión de las responsables de los distintos centros, los nervios y habituales llantos de los más pequeños en estos primeros días y las nuevas medidas anti Covid han sido las notas protagonistas del día de hoy en las guarderías de esta comarca. La Junta de Andalucía dispone de una red pública de más de 30 centros infantiles en el Campo de Gibraltar.
La incertidumbre de muchos padres y madres ante la evolución de la pandemia de Covid-19 ha mermado de forma considerable la asistencia de estos pequeños alumnos a estos centros infantiles, donde la educación todavía no es obligatoria. Aún así directoras y monitores con quienes ha hablado este medio han destacado la ilusión y las ganas de volver a las aulas en un nuevo curso.
"Es un día diferente pero no menos especial para nosotras. Empezamos con mucha ilusión. Aunque ahora mismo estamos en un periodo de adaptación, los niños parecen ajenos a todo esto del Covid, ya están acostumbrados a vernos con mascarilla y demás. Se adaptan fácil", explica África Melgar, directora del CEI Payasines, de la Estación de San Roque. "Los primeros días siempre son duros, pero al final el resultado es positivo y muy gratificante. Esta vuelta era ya muy necesaria, sobre todo después del confinamiento. Los niños se mueven por rutinas y desde entonces llevábamos seis meses sin vernos", apunta Adriana del CEI Mary Poppins de Guadacorte.
Medidas anti Covid en los centros infantiles
Los alumnos de estos centros infantiles han vuelto a las aulas divididos en grupos de convivencia, integrados siempre por los mismos menores y el mismo educador responsable. Los patios y zonas de recreo también se han dividido en áreas distintas, así como las entradas y salidas de muchos de estos centros con el objetivo de impedir que las burbujas de convivencia coincidan en un mismo espacio. Estos centros han reforzado además las tareas de limpieza y desinfección, "de manera constante, pomos, puertas, baños, espacios comunes. Estamos insistiendo mucho en la limpieza y en cumplir el protocolo. Todo lo que se hace se anota y se tiene un control muy exhaustivo. Estamos minimizando los riesgos lo máximo posible", señala a este medio África de Payasines. Un protocolo elaborado por la Junta de Andalucía y adaptado a cada uno de los centros.
El uso de geles hidroalcohólicos está desaconsejado entre los más pequeños, por lo que los educadores lavan las manos de estos menos con agua y jabón hasta cuatro y cinco veces al día. Los juguetes además han sido seleccionados y divididos en distintas cajas y para distintos grupos, de forma que al final de cada jornada se meten en bidones con agua y lejía y se desinfectan para el día siguiente. "Las medidas no se están quedando en el papel. Es un trabajazo pero bueno, lo hacemos a bien. Hemos vuelto con muchas ganas e ilusión", destaca la directora del centro infantil Mary Poppins.
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