En esta iniciativa, que se encuadra dentro las actividades organizadas bajo el lema 'Cincuenta años y que no se repita', han participado personas de ambos lados de la frontera, que han aportado su visión sobre la tragedia humana, económica y laboral que supuso este acontecimiento, del que se cumplen cincuenta años.
Juan Domingo Macías como profesor, periodista e historiador; el gibraltareño Tito Vallejo, como conocedor de la historia del Peñón y todo lo que se vivió en aquel momento; Lorenzo Pérez-Periáñez, como vicepresidente del Grupo Transfronterizo; Juan Carmona, ex alcalde de la ciudad de La Línea entre los años 1979 y 1984 y protagonista de la apertura de la Verja; Michael Netto como representante sindical en Gibraltar y Momo Valle Lima como trabajador transfronterizo, han sido quienes han puesto voz a estos recuerdos.
Todos han coincidido en señalar el "desastre humano" que supuso este momento. "Un desastre que no tiene explicación, es tan complicado como intentar entender el Brexit".
La concejal de Cultura, Encarnación Sánchez, también ha abierto esta actividad recordando que fue un momento muy triste. "Recuerdo los gritos entre las familias a ambos lados de la frontera. Tenía siete años y aquello no se me ha olvidado. En lo humano perdimos muchísimo. Muchos linenses se marcharon de la ciudad y todavía no nos hemos recuperado", ha apuntado Michael Netto.
Familias enteras separadas. Más de 36 mil personas de La Línea se marcharon de la ciudad. Comercialmente también fue dramático. El comercio de La Línea sufrió perdidas en hasta un 80%. Incluso el comercio de otras zonas como Málaga también se vio afectado.
Los gibraltereños también perdieron, sobre todo en el aspecto humano, familiar, social y cultural. Malvendieron sus propiedades en España y también cerraron comercios en este lado. Sin embargo, en el terreno económico y político resultó positivo, una oportunidad. El cierre de la frontera supuso para los yanitos un avance sindical y político a muchos niveles.
Lorenzo Pérez Periáñez ha insistido en la necesidad de "conmemorar y recordar aquella situación tan dramática para los ciudadanos es importante por tres motivos. Primero por la vergüenza de los que hicieron aquello, segundo para que no vuelve a ocurrir, y tercero para recordar la situación de La Línea de la Concepción, que como ciudad fronteriza debería ser una ciudad espejo y ejemplo de Europa y no una ciudad totalmente abandonada como lo es ahora".
Cincuenta años y que no se repita.
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Juan Domingo Macías como profesor, periodista e historiador; el gibraltareño Tito Vallejo, como conocedor de la historia del Peñón y todo lo que se vivió en aquel momento; Lorenzo Pérez-Periáñez, como vicepresidente del Grupo Transfronterizo; Juan Carmona, ex alcalde de la ciudad de La Línea entre los años 1979 y 1984 y protagonista de la apertura de la Verja; Michael Netto como representante sindical en Gibraltar y Momo Valle Lima como trabajador transfronterizo, han sido quienes han puesto voz a estos recuerdos.
Todos han coincidido en señalar el "desastre humano" que supuso este momento. "Un desastre que no tiene explicación, es tan complicado como intentar entender el Brexit".
La concejal de Cultura, Encarnación Sánchez, también ha abierto esta actividad recordando que fue un momento muy triste. "Recuerdo los gritos entre las familias a ambos lados de la frontera. Tenía siete años y aquello no se me ha olvidado. En lo humano perdimos muchísimo. Muchos linenses se marcharon de la ciudad y todavía no nos hemos recuperado", ha apuntado Michael Netto.
Familias enteras separadas. Más de 36 mil personas de La Línea se marcharon de la ciudad. Comercialmente también fue dramático. El comercio de La Línea sufrió perdidas en hasta un 80%. Incluso el comercio de otras zonas como Málaga también se vio afectado.
Los gibraltereños también perdieron, sobre todo en el aspecto humano, familiar, social y cultural. Malvendieron sus propiedades en España y también cerraron comercios en este lado. Sin embargo, en el terreno económico y político resultó positivo, una oportunidad. El cierre de la frontera supuso para los yanitos un avance sindical y político a muchos niveles.
Lorenzo Pérez Periáñez ha insistido en la necesidad de "conmemorar y recordar aquella situación tan dramática para los ciudadanos es importante por tres motivos. Primero por la vergüenza de los que hicieron aquello, segundo para que no vuelve a ocurrir, y tercero para recordar la situación de La Línea de la Concepción, que como ciudad fronteriza debería ser una ciudad espejo y ejemplo de Europa y no una ciudad totalmente abandonada como lo es ahora".
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