El Ayuntamiento de La Línea ha presentado el memorándum sobre el acuerdo de Gibraltar que enviará próximamente al Ministerio de Asuntos Exteriores, que se titula 'Memorándum estratégico de La Línea de la Concepción para una integración transfronteriza y sostenible'. El texto, un documento político con un fuerte carácter técnico, recoge los desafíos a los que tendrá que enfrentarse el municipio tras la firma de este acuerdo y las posibles soluciones. "Sin el acuerdo estábamos en la UVI, ahora hemos subido a planta" ha bromeado el alcalde, Juan Franco, parafraseando la mítica frase del ex presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera.
El documento, que cuenta con unas 24 páginas, estará disponible para su consulta en la página web del Ayuntamiento a partir del lunes y se habilitará un correo donde los ciudadanos podrán realizar sus aportaciones. "Es un memorándum abierto y vivo, que se puede mejorar con las aportaciones ciudadanas. No es un ataque hacia nadie sino la aportación de soluciones a problemas", ha aclarado en varias ocasiones Franco, quien ha avanzado que en los próximos días se reunirá con colectivos como Ascteg o los pescadores para pulsar sus opiniones y necesidades. La intención del Ayuntamiento de La Línea es reclamar una interlocución directa con el Gobierno de España en los aspectos que afecten directamente a la ciudad.
El texto se articula en cinco grandes bloques que plantean una serie de retos, una vez que Gibraltar entre a formar parte del espacio Schengen: un nuevo modelo de ciudad transfronteriza; equilibrio fiscal y dinamización económica; conectividad para el desarrollo; servicios públicos y cohesión social y medio ambiente compartido. En cada uno de los bloques se especifican una serie de desafíos para los que se plantean posibles soluciones a Exteriores.
El objetivo final del texto es plantear una serie de medidas estructurales, urbanas, fiscales y sociales que permitan anticiparse y convertir la transformación que sufrirá la zona tras la desaparición de la frontera física en una oportunidad real para el desarrollo y la cohesión social. Si no se tienen en cuenta estas medidas, el alcalde teme que La Línea sufra una pérdida de población activa, una fuga de consumidores y una saturación de los servicios públicos, entre otros aspectos.
En el bloque relacionado con el Urbanismo, el documento recoge la necesidad de adaptar el recién actualizado PGOU, impulsar un plan de vivienda pública, crear una terminal aeroportuaria y reconvertir los 36.000 metros de suelo de la aduana en un espacio productivo y estratégico.
Franco insiste en la idea de que La Línea cuente con un marco fiscal y laboral especial. Por ello entiende vital y así lo recoge el memorándum, la creación de una zona económica especial con incentivos fiscales y aduaneros. El pago de las pensiones a través del Fondo de Cohesión Social que anunció el ministro Albares en Madrid es uno de los asuntos centrales de las preocupaciones aunque también se tiene en cuenta los puestos de trabajo que se perderán con la eliminación de la aduana.
Franco mencionó también la posibilidad de solicitar la exclusión de Gibraltar de la clasificación de jurisdicción no cooperativa en la orden ministerial, lo que eliminaría la doble imposición fiscal para los trabajadores transfronterizos. También se plantea un sistema de financiación que compense al Ayuntamiento por su población flotante, en su mayoría extranjera, a la que se presta servicio sin que esté empadronada en la ciudad. Para ello, el Ayuntamiento lanzará una campaña para incentivar a los residentes comunitarios a formalizar su empadronamiento.
La conectividad será también clave en el futuro de La Línea. Es por ello que el Ayuntamiento reivindica una parada en la conexión del tren litoral de la Costa del Sol y el desarrollo de una terminal logística y de pasajeros vinculada al aeropuerto compartido. A estas dos infraestructuras se les suma la ampliación de la A-7.
En el plano medioambiental, el equipo de gobierno local propone la restauración del litoral afectado por los rellenos, el tratamiento de aguas residuales y la gestión común y eficiente de residuos sólidos urbanos.
El alcalde destacó que se abre un “nuevo modelo de ciudad” que modificará la geografía urbana, con “120.000 habitantes de dos territorios con situaciones jurídicas y legislaciones distintas y 36.000 metros cuadrados de la aduana en el limbo”.
En definitiva, se trata de un documento con el que La Línea quiere concienciar al Gobierno de los desafíos a los que se enfrenta la ciudad tras el acuerdo sobre Gibraltar. Una nueva era para la que hacen falta planes concretos que supongan un salto en la economía y bienestar de los linenses.