Agentes de la Policía de la Generalitat – Mossos d'Esquadra de la División de Tráfico y del Grupo de Investigación y Análisis del Tráfico de la Guardia Civil detuvieron entre el 18 y 19 de enero a seis personas, y citaron a una decena de personas como investigadas, en un operativo conjunto realizado en la Línea de la Concepción, Estepona (Málaga) y Valencia. Entre los detenidos, se encuentra un hombre de 43 años que era el propietario de una empresa de transportes que obligaba a conductores profesionales a trabajar más horas de las legales y con tacógrafos manipulados, como presunto autor de delitos de falsedad documental y contra los derechos de los trabajadores.
La investigación se inició cuando, durante el mes de febrero de 2022, un indicativo de tráfico de Girona, en el transcurso de un servicio ordinario, detuvo un vehículo que se dedicaba al transporte internacional de mercancías y que llevaba el aparato de control de tiempo de conducción y descanso manipulado. A partir de ahí, y siguiendo las instrucciones de la Fiscalía de Seguridad Vial, los Mossos d'Esquadra de la División de Tráfico iniciaron una investigación ante la posibilidad de que el empresario estuviera sometiendo a los trabajadores a condiciones laborales contrarias al derecho. Los especialistas de la División de Tráfico asumieron las investigaciones dada su complejidad.
Las primeras investigaciones ya desprendieron que había un taller en Estepona (Málaga) que se dedicaba a manipular y “blanquear” los tacógrafos de los camiones de la empresa, así como un empresario de la Línea de la Concepción que obligaba a los trabajadores a conducir los vehículos manipulados.
Cabe remarcar que se trata de la primera investigación a nivel de todo el Estado que se ha llevado a cabo desde la División de Tráfico en conjunto con la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil desde que, en 2020, la Fiscalía remitió las directrices al respecto a todas las policías de tráfico.
Un propietario de una empresa de transportes lideraba todo el entramado
El propietario de la empresa de transportes, además de solicitar la manipulación del tacógrafo en el vehículo de la empresa, también denunció la pérdida de forma fraudulenta de su tarjeta de conductor, con el objetivo de obtenerlos un duplicado de la Administración, y posteriormente obligar a los trabajadores de la empresa a utilizarla, una vez agotaban las horas de conducción que la normativa que regula la materia establece y así les obligaba a doblar turnos ya reducir los descansos. En mes y medio, esta tarjeta se utilizó más de una decena de ocasiones y en diferentes vehículos.
En alguna ocasión obligaba a los trabajadores, bajo amenazas, a realizar trabajos y actos en contra de su voluntad. Los agentes comprobaron, además, cómo un gran número de conductores –que habían trabajado en la empresa– solicitaron la baja debido a las condiciones precarias de trabajo y la vulnerabilidad laboral a las que eran sometidos, y que ponían en evidente riesgo su seguridad y la del resto de usuarios de la vía.
El empresario trasladaba sus camiones siempre al mismo centro técnico de tacógrafos, para que manipularan estos aparatos o certificaran en las revisiones periódicas obligatorias que el sistema tacógrafo estaba correcto y de esta manera conducir a mayor velocidad y durante un mayor número de kilómetros. Además, también estaba implicado el responsable del taller en el que se manipuló la instalación y se validó después de una revisión periódica fraudulenta.
Esta forma de actuar y por el tipo de vehículos de que se trata –con una carga máxima de 40 toneladas– , cualquier tipo de manipulación del tacógrafo afecta a otros sistemas de seguridad del vehículo, como pueden ser los EBS, la gestión del cambio de marchas u otros que ponen en grave riesgo la seguridad vial y, acreditando un descanso ficticio mientras el vehículo está en movimiento, se convierten en un auténtico peligro por la seguridad vial. La fatiga es la causa principal de accidentalidad entre los conductores profesionales. De hecho, el conductor que los mossos detuvo en febrero de 2022, recorrió, a requerimiento del empresario, toda la Península desde Cádiz hasta Barcelona, y posteriormente llegó a Milán (Italia), e hizo el viaje de regreso con el objetivo final de llegar a Granollers.
Entradas y registros en la Comunidad Valenciana y Andalucía
Con todas estas informaciones, efectivos especializados en investigación y documentación y de transportes de Mossos d'Esquadra, conjuntamente con agentes de la Guardia Civil, participaron el 18 de enero en cuatro entradas y pesquisas en la sede de la empresa y la asesoría jurídica que gestionaba la contratación y despedida de los trabajadores en la Línea de la Concepción, en una nave industrial donde la empresa dispone de una base logística en Valencia y en el taller que habría participado en la manipulación en Estepona.
El empresario fue detenido por más de 200 delitos continuados de falsedad documental y contra los derechos de los trabajadores. En el marco del operativo los agentes también detuvieron a cinco conductores como cooperadores necesarios cuando algunos de ellos se encontraban en ruta.
Estas entradas fueron clave para recoger elementos primordiales para la acreditación de los hechos delictivos, con la presencia de los investigadores y especialistas de transportes para efectuar las descargas de los datos de los tacógrafos y la recogida del resto de documentación relativa a los transportes que podrían haber estado falsificadas.
El principal detenido pasó a disposición judicial el pasado 19 de enero y el juez decretó su puesta en libertad con medidas cautelares como la prohibición de salida del Estado, retirada del pasaporte y presentación quincenal en el juzgado. Los cinco detenidos restantes quedaron en libertad a expensas de que se les cite a declarar desde el juzgado.
La operación sigue abierta y no se descartan más detenciones.