Más de 200 niños y niñas han vuelto a beneficiarse este año de la Escuela de Verano para familias en riesgo de exclusión social o con bajos ingresos que la ONG Betania pone en marcha cada año. Una iniciativa que busca aliviar las economías de las personas con las que trabaja y facilitar la conciliación familiar durante los meses estivales, una vez finalizado el año escolar. Los colegios Carlos V, Pablo Picasso de La Línea y el de San Martín del Tesorillo, son los establecimientos en los que los pequeños disfrutarán del verano entre otros de su edad y bajo el atento cuidado de los monitores.
Para esta Escuela de Verano, y como ya es habitual, Betania ha reforzado su plantilla con varios profesionales con experiencia en el cuidado de menores, de conductores, personal de limpieza y de cocina. Todo para que los niños y niñas reciban la mejor de las atenciones durante julio y agosto, lo que dura este campamento financiado por la Consejería de Inclusión Social, Juventud y Familias de la Junta de Andalucía y por el Ministerio de Igualdad.
Durante la Escuela de Verano, que comenzó el pasado 3 de julio y finalizará el 31 de agosto, los pequeños realizan actividades extraescolares, excursiones, juegos, deporte... Además, reciben su correspondiente desayuno, almuerzo y merienda, suponiendo un gasto menos en alimentación para los bolsillos de sus familias.
El equipo profesional de Betania ha tenido que enfrentarse a un "minucioso proceso de selección" de las familias para aceptar a aquellas que más lo necesitaran, debido al aluvión de solicitudes que han recibido este año. Un síntoma, recalcan desde la entidad que dirige Begoña Arana, de que los efectos de la inflación se están haciendo notar en las economías familiares, lo que provoca que cada vez más personas acudan en busca de ayuda a Betania. Asimismo, recuerdan que algo parecido ocurrió en la pasada campaña de recogida de juguetes de Reyes Magos, cuando se produjó casi el doble de solicitudes que en años anteriores.