El primer partido liguero de la temporada 2025/26 se resolvió de la peor manera posible para el conjunto linense. La Real Balompédica Linense cayó derrotada en un encuentro incómodo para los locales, en el que el Chiclana CF supo aprovechar las debilidades de la defensa blanquinegra y, gracias a su solidez táctica, mantuvo el marcador a su favor hasta el pitido final.
La primera parte del choque estuvo marcada por la igualdad, con tramos en los que cada equipo se alternaba el dominio del balón y del ritmo del juego. En algunos momentos parecía que el conjunto visitante imponía su intensidad, mientras que en otros era la Balona la que llevaba la iniciativa. Sin embargo, ninguna de las dos escuadras lograba generar ocasiones claras de peligro.
Hacia el final de los primeros 45 minutos, el conjunto linense comenzó a asentarse y a manejar con mayor criterio la posesión del balón. Aun así, sus transiciones ofensivas no seguían siendo lo demasiado lentas y predecibles para poder generar peligro en el área rival, lo que permitió al Chiclana organizarse con comodidad en defensa y neutralizar sin excesivos apuros la ofensiva de los locales.
El golpe más duro llegó en el minuto 35. Una imprecisión en la salida de balón por parte de la Recia provocó un contragolpe visitante. El Chiclana no desaprovechó la ocasión: atacó con velocidad el espacio libre generado en la zaga linense y forzó un saque de esquina que, pocos segundos después, acabaría transformándose en el primer tanto del partido. El gol silenció momentáneamente a la afición local y supuso un jarro de agua fría para un equipo que parecía empezar a encontrarse cómodo en el terreno de juego.
A partir de ese momento, el encuentro se tornó aún más cuesta arriba para la Balona. Pese a sus esfuerzos y a varios intentos por recuperar el control, el equipo no logró encontrar los recursos necesarios para equilibrar el marcador. La situación se agravó cuando llegó el segundo gol visitante, en una contra fulminante producida a los 40 minutos de partido, lo que terminó por hundir moralmente al conjunto linense.
Al iniciarse la segunda mitad, los cambios realizados por David Sánchez parecieron surtir efecto de inmediato. El equipo mostró una actitud más atrevida y logró acortar distancias en el marcador gracias al gol en el minuto 55 del jugador más destacado para la Recia en este encuentro, Pepe Rincón. Además del tanto, la Balona generó varias ocasiones claras que el guardameta visitante pudo resolver con brillantez, manteniendo a su equipo con ventaja. Esta reacción provocó un auténtico furor entre la afición linense, que comenzó a creer que la remontada era posible.
Sin embargo, conforme avanzaban los minutos, la ansiedad comenzó a reflejarse en el juego del equipo. Los ataques se volvieron desordenados, los centrales se limitaban a enviar centros verticales desde la mitad de cancha sin que se generara peligro real, anulando el centro del campo balono, resultando en una falta de coordinación lo que practicamente imposibilitó las opciones de empatar el partido.
La afición, visiblemente frustrada, mostró su descontento mediante gritos y algunos silbidos, protestando ante la imposibilidad de la Balona de generar ocasiones claras en los minutos finales. Al final, el marcador permaneció inalterado, dejando un sabor amargo tanto a jugadores como a seguidores, que se marcharon del estadio con la sensación de que, pese a los esfuerzos, el juego del equipo no reflejaba la entrega ni las ganas puestas sobre el campo, dejando la convicción de que la Balona aún tiene muchos conceptos de juego que mejorar si quiere conseguir el ascenso a final de temporada.