El pasado 24 de septiembre, el Ministerio del Interior reconoció el trabajo que realiza Gabriel García Pastor, un psicólogo funcionario de la Concejalía de Asuntos Sociales, al entregarle la medalla al mérito social penitenciario en el Día de la Merced.
El acto contó con la presencia del presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Luis Ángel Fernández, así como representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, del Ejército, la Marina, universidad, judicatura y fiscalía y colectivos sociales.
Este reconocimiento se otorga por la realización de importantes servicios en el ámbito penitenciario, así como por su importante contribución a la mejora de la actividad penitenciaria en cualquiera de sus manifestaciones.
Además, este galardón a nivel estatal no había sido otorgado nunca a ningún funcionario del Ayuntamiento linense a lo largo de toda su historia, por ello, el diario Calle Real ha hablado con él directamente para que nos hable de su trabajo y de cómo se ha sentido personalmente con este premio.
¿En qué consiste tu trabajo y porqué este premio?
Yo soy psicólogo y trabajo con menores en riesgo y paralelamente llevo un servicio de aplicación de medidas alternativas. A las personas condenadas por delitos menores se les sustituye la pena por unos trabajos en beneficio de la comunidad, Esos trabajos los revistan organismos y el ayuntamiento es uno de ellos.
Las personas del centro de Inserción Social Manuel Montesinos llegan hasta nosotros y les hacemos una entrevista, los reubicamos en el ayuntamiento para que cumplan esa pena haciendo trabajos para devolver a la sociedad los errores que cometieron en su momento.
Normalmente tenemos muchas personas en playas, limpiando, barriendo la zona de levante cuando hay mucha arena, adecentando aparcamientos, en el servicio de educación del ayuntamiento, pintando colegios, ayudando en tareas de todo tipo.
Esas es la labor que ellos hacen y nosotros las coordinamos en el ayuntamiento y comunicamos al centro de inserción social si han cumplido la pena o no. Es una labor que llevamos realizando desde 2009.
Las instituciones penitenciarias me han reconocido a la entrega y disposición por estas personas. La Linea es la ciudad de la comarca con más personas en riesgo de exclusión social y necesitan este tipo de trabajos.
Personalmente, ¿cómo llevas que te hayan dado este premio?
Al principio un poco sorprendido porque no piensas que el trabajo de tu día a día merezca este reconocimiento. Ahora estoy emocionado por la repercusión que ha tenido tanto en prensa como en la familia o las personas de La Línea que han mostrado su agradecimiento. Ha sido más importante de lo que yo pensaba y estoy muy contento por mi pueblo. Que se vea la realidad, que hay muchas personas que trabajamos por mejorar nuestro municipio, La Línea es una ciudad en la que se hacen muchas cosas y deben ser difundidas.
Me gustaría mencionar que detrás de mí hay un equipo muy grande que colabora conmigo y se encargan de trabajar directamente con estas personas ya que mi labor es reenviarlos a ellos y ya ellos se encargan de monitorizarlos, por lo tanto, esta labor no sería posible sin su esfuerzo.
Además, esta pena sustituye el castigo de la prisión por reinserción y reeducación y ellos mismos se dan cuenta que le han devuelto a la sociedad ese agravio por el que fueron condenados. Muchos te lo dicen al final de su trabajo, sienten que se han redimido, aunque al principio no pensaran eso.
Algunos de ellos incluso, tras terminar los trabajos sociales se han presentado a planes de empleo del ayuntamiento y como conocían por dentro el trabajo, han conseguido esas plazas que ya no tienen nada que ver con el programa, pero al final entran a ser empleados del ayuntamiento, aunque sea por un plan temporal de unos meses.
Texto: Marta Espinosa Pérez
El acto contó con la presencia del presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Luis Ángel Fernández, así como representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, del Ejército, la Marina, universidad, judicatura y fiscalía y colectivos sociales.
Este reconocimiento se otorga por la realización de importantes servicios en el ámbito penitenciario, así como por su importante contribución a la mejora de la actividad penitenciaria en cualquiera de sus manifestaciones.
Además, este galardón a nivel estatal no había sido otorgado nunca a ningún funcionario del Ayuntamiento linense a lo largo de toda su historia, por ello, el diario Calle Real ha hablado con él directamente para que nos hable de su trabajo y de cómo se ha sentido personalmente con este premio.
¿En qué consiste tu trabajo y porqué este premio?
Yo soy psicólogo y trabajo con menores en riesgo y paralelamente llevo un servicio de aplicación de medidas alternativas. A las personas condenadas por delitos menores se les sustituye la pena por unos trabajos en beneficio de la comunidad, Esos trabajos los revistan organismos y el ayuntamiento es uno de ellos.
Las personas del centro de Inserción Social Manuel Montesinos llegan hasta nosotros y les hacemos una entrevista, los reubicamos en el ayuntamiento para que cumplan esa pena haciendo trabajos para devolver a la sociedad los errores que cometieron en su momento.
Normalmente tenemos muchas personas en playas, limpiando, barriendo la zona de levante cuando hay mucha arena, adecentando aparcamientos, en el servicio de educación del ayuntamiento, pintando colegios, ayudando en tareas de todo tipo.
Esas es la labor que ellos hacen y nosotros las coordinamos en el ayuntamiento y comunicamos al centro de inserción social si han cumplido la pena o no. Es una labor que llevamos realizando desde 2009.
Las instituciones penitenciarias me han reconocido a la entrega y disposición por estas personas. La Linea es la ciudad de la comarca con más personas en riesgo de exclusión social y necesitan este tipo de trabajos.
Personalmente, ¿cómo llevas que te hayan dado este premio?
Al principio un poco sorprendido porque no piensas que el trabajo de tu día a día merezca este reconocimiento. Ahora estoy emocionado por la repercusión que ha tenido tanto en prensa como en la familia o las personas de La Línea que han mostrado su agradecimiento. Ha sido más importante de lo que yo pensaba y estoy muy contento por mi pueblo. Que se vea la realidad, que hay muchas personas que trabajamos por mejorar nuestro municipio, La Línea es una ciudad en la que se hacen muchas cosas y deben ser difundidas.
Me gustaría mencionar que detrás de mí hay un equipo muy grande que colabora conmigo y se encargan de trabajar directamente con estas personas ya que mi labor es reenviarlos a ellos y ya ellos se encargan de monitorizarlos, por lo tanto, esta labor no sería posible sin su esfuerzo.
Además, esta pena sustituye el castigo de la prisión por reinserción y reeducación y ellos mismos se dan cuenta que le han devuelto a la sociedad ese agravio por el que fueron condenados. Muchos te lo dicen al final de su trabajo, sienten que se han redimido, aunque al principio no pensaran eso.
Algunos de ellos incluso, tras terminar los trabajos sociales se han presentado a planes de empleo del ayuntamiento y como conocían por dentro el trabajo, han conseguido esas plazas que ya no tienen nada que ver con el programa, pero al final entran a ser empleados del ayuntamiento, aunque sea por un plan temporal de unos meses.
Texto: Marta Espinosa Pérez