Una escena "espeluznante". Así han descrito los agentes de la Policía Nacional el complejo escenario al que tuvieron que hacer frente para salvar la vida de una mujer que estaba siendo agredida en su vivienda por su expareja. La víctima, que sufrió graves lesiones en el rostro, ya ha recibido el alta hospitalaria. El agresor, sin antecedentes, se encuentra en prisión provisional acusado de malos tratos y detención ilegal. Un martillo pudo ser el arma empleada en esta agresión. No constan denuncias previas. "Siempre que lo necesiten, aquí va a estar la Policía Nacional", señalan desde el Cuerpo Nacional de Policía, destacando la importancia de la denuncia ciudadana ante este tipo de casos de violencia doméstica.
Y es que los agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de la Línea de la Concepción que llevaron a cabo esta actuación han compartido este martes ante los medios algunos de los detalles del operativo. Los hechos ocurrieron el pasado jueves 29 de agosto, cuando los agentes recibieron una llamada a la sala CIMACC-091 en la que un repartidor de comida a domicilio alertaba sobre un posible episodio de violencia de género, informando que, en el momento de realizar un servicio en una vivienda de la calle Matadero, en el centro de la ciudad, escuchó fuertes gritos y golpes en el interior del domicilio donde debía hacer la entrega. "Lo recibió una chica que estaba teniendo una discusión con su pareja. El repartidor intentó sacar a esta chica de la casa pero el hombre la cogió desde dentro y de forma muy violenta cerró la puerta al repartidor", explican los agentes.
Asustado por todo esto, el repartidor de comida a domicilio advirtió a la Policía, que se desplazó urgentemente al lugar de los hechos mediante dos vehículos radiopatrulla pertenecientes a la Brigada de Seguridad Ciudadana. Los agentes explican que, tras llamar en repetidas ocasiones a la puerta de la vivienda, no recibieron respuesta, pudiendo escuchar fuertes golpes en el interior, gritos y la voz de una mujer pidiendo auxilio. La víctima, según comparten testigos de lo sucedido, llegó a salir por uno de los balcones para pedir auxilio, presentando la cara ensangrentada y heridas graves en el rostro. Por todo ello y con el objetivo de preservar la vida de la mujer, la Policía solició el servicio de bomberos, ya que la puerta principal se encontraba atrancada con distintas cerraduras, y comunicó los hechos a la Autoridad Judicial para proceder a la entrada urgente en la vivienda.
"Al entrar nos encontramos con una escena espeluznante. La vivienda estaba totalmente destrozada, había sangre. De hecho, un reguero de sangre nos llevó hasta una de las habitaciones. Allí se encontraba el agresor con la víctima", exponen. Los agentes encontraron en este punto serias dificultades para poder acceder a esta habitación, ya que el agresor se había atrincherado en ella con la víctima y mediante un colchón y varios muebles intentaba impedir el acceso. Después de varios minutos de negociación, los policías consiguieron abrir la puerta de la habitación, rescatar a la mujer y reducir al autor de los hechos.
La víctima, que sufrió graves lesiones en el rostro, fue trasladada al hospital, donde ya ha recibido el alta. El agresor, sin antecedentes, fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial, quien decretó su inmediato ingreso en prisión acusado de malos tratos y detención ilegal. Un martillo pudo ser el arma empleada en esta agresión. No constan denuncias previas.