El edificio se compone de dos plantas con azotea y balaustrada, de tradición historicista. Su exterior en estuco o cemento incorpora elementos clásicos y paramentos avitolados. Sus balcones pareados se completan con una sencilla barandilla de forja apoyados sobre originales ménsulas decoradas. En la planta baja se han modificado los huecos para implantar un local comercial.
La residencia se encuentra en estado de semiabandono y padece la instalación de elementos discordantes como el cableado y las cajas de registro en fachada, bajantes de pluviales, cartel y corrimiento del comercio, rejas en ventanas de planta baja o contraventanas en mal estado.
Cualquier reforma que se acometiera en el futuro debe contemplar la reposición del color original de la fachada y eliminación de todo aquellos elementos que afean el edificio.