Los comerciantes del mercado de La Línea resisten a duras penas: "Hemos bajado las ventas un 50%"

Bajada de ventas, las inclemencias meteorológicas en la ubicación provisional, la crisis del pequeño comercio, entre los problemas que enfrentan

16 de Febrero de 2023
Los comerciantes del mercado de La Línea reducen sus ventas entre un 40% y un 50% en la ubicación provisional. Foto: S.D.
Los comerciantes del mercado de La Línea reducen sus ventas entre un 40% y un 50% en la ubicación provisional. Foto: S.D.

Aguantando el chaparrón. Así se encuentran los comerciantes del mercado municipal de La Línea que, tras más de un año ubicados provisionalmente en el bulevar de la avenida 20 de Abril mientras continúan las obras de rehabilitación del histórico edificio del mercado, han visto descender su volumen de ventas entre un 40% y un 50%. Algunos de ellos han despedido a empleados.

"Todos hemos bajado las ventas, entre un 40% y un 50%. Estamos sacando para cubrir gastos, sin que salga ninguno extraordinario de forma sorpresa. Si no cuentas con otro sueldo en casa o una segunda actividad, te las ves y te las deseas. La economía familiar va para atrás", explica a 8Directo Luis Gil, presidente de la asociación de comerciantes del mercado; una asociación que reúne a 67 comerciantes de este mercado, de los que cinco ya han echado el cierre definitivo. "O bien por jubilación o porque no han podido continuar con esta situación", añade. Alrededor de 10 comerciantes no llegaron a mudarse al bulevar. El próximo mes de noviembre se cumplirá dos años de este traslado. 

Si se cumplen los plazos actuales previstos, esperan poder volver al mercado de siempre, ya reformado y mejorado, para principios de 2024. "Hemos estado fiscalizando las obras, y aunque al principio ha habido problemas, retrasos por temas estructurales, parece que ya va avanzando, que lo peor ya ha pasado. Así que, en principio, las obras se supone que acaban a finales de este 2023, pero la verdad es que a nosotros no nos conviene volver a trasladarnos en plena campaña de Navidad, esperamos poder hacerlo ya a principios de 2024. Eso sí, cuando volvamos, nos aseguraremos que es llegar y abrir, no como cuando nos vinimos para el bulevar que estuvimos todo el mes de noviembre para abrir, esperando permisos y otros trámites", comenta Luis mientras prepara el mostrador de su carnicería.

Luis Gil, presidente de la asociación de comerciantes del mercado, en su carnicería.
Luis Gil, presidente de la asociación de comerciantes del mercado, en su carnicería.

Las inclemencias meteorológicas

Las inclemencias meteorológicas es uno de los principales problemas que enfrentan actualmente los comerciantes del mercado en esta ubicación provisional en la avenida 20 de Abril. "Aquí estamos vendidos, a la intemperie, cuando hace temporal, malo, si llueve, malo, en verano si hace mucho calor, también malo. Los días que hace un tiempo más o menos normalito es cuando vendemos algo más", comparte con este medio Inma 'la charcutera', así se presenta, de Charcutería Inma e Ivon. "Yo estos últimos meses he mejorado algo más las ventas porque ya me he hecho una pequeña clientela fija de aquí de Sacra", señala a los pisos de enfrente.

Para tratar de frenar algo estas inclemencias, el Ayuntamiento de La Línea instaló el pasado mes de noviembre un sistema de toldos de malla microperforada que muchos de estos comerciantes consideran "deficitarios". "No sirven para la lluvia, solo para el sol, y el sol no lo quita del todo, osea que seguimos en las mismas. Nos faltan unos buenos toldos, unos buenos focos de luces, porque esto no es un mercado municipal esto es un mercadillo", destaca por su parte Jesús Antonio López, responsable de la frutería Frutita Cortá. 

Además de estos toldos, actualmente se trabaja en la instalación de un vallado perimetral que proteja estos puestos comerciales. "En Navidad, con todos los puestos llenos de mercancía, forzaron y entraron a robar en varios sitios. Con esto vamos a mejorar en seguridad, al menos", subraya Luis Gil, presidente de los comerciantes.

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Instalación de un vallado perimetral para proteger estos puestos comerciales.

Un lugar de paso para trabajadores

Aunque en un primer momento algunos comerciantes vieron como una oportunidad esta ubicación provisional (junto a la frontera con Gibraltar, en un sitio de tanta afluencia), hoy son muchos los que coinciden en destacar que este es un lugar de paso, sí, pero solo para trabajadores. "Sí, este es un sitio de mucho paso, pero de gente que va corriendo para entrar al trabajo en Gibraltar y de gente que va de vuelta luego para su casa", explica Jesús Antonio desde su frutería. 

En esta ubicación, consideran estos comerciantes, los clientes deben desplazarse expresamente hasta este punto. "Antes, en pleno centro, pues la gente se paseaba por allí, bajaba a hacer sus mandados y ya de camino se paraba en el mercado. Ahora no. Ahora tienes que venir exclusivamente hasta aquí", señala Luis Gil, que añade que, además, los clientes de mayor edad, los abuelos, una clienta fija de estos comercios, tienen mayor dificultad para desplazarse hasta este lugar.

Dificultades para aparcar 

Por otro lado, son varios los comerciantes que aluden a la dificultad para aparcar en el centro de la ciudad como otra de las causas que explicarían esta complicada situación que atraviesan. "Y mira que hemos regalado hasta tickets de aparcamiento, pero nada", apunta Gil.

Para Inma, el aparcamiento es y continuará siendo un problema en el futuro: "Seguro que aquello lo dejan muy bien, muy bonito y todo, pero para qué queremos un mercado nuevo y precioso si luego no se puede aparcar fácilmente para ir a hacer la compra".

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Inma 'la charcutera', de Charcutería Inma e Ivon.

La crisis del pequeño comercio y la amenaza de las grandes superficies

Jesús Antonio, por su parte, considera que el aparcamiento no es realmente el problema. "Mira a tu alrededor. Aquí estamos rodeados de parkings y la gente no viene igualmente. El problema no es el aparcamiento. El problema son las grandes superficies de alimentación. Existe una normativa que regula la apertura de estas grandes superficies en municipios de unos 60.000 habitantes como el nuestro, pero esto no se está respetando. Qué hace un pueblo como La Línea con tantas grandes superficies. Ese es el verdadero problema, que hay más comida que gente para comer".

Frente a esto, este frutero propone echar algo de imaginación al asunto: "Hay que poner en marcha buenas campañas de publicidad, pero no de manera puntual, sino durante todo el año, no tenemos ni un cartel en condiciones para explicarle al que pasa por aquí que esto es el mercado municipal. En el futuro este problema va a continuar, porque se quiere dar una vuelta a los mercados municipales como sitios de ocio y esparcimiento y no como un centro comercial donde poder hacer tus compras cómodamente". En este sentido, Jesús Antonio ha añadido a su mostrador frutas exóticas que, entre tanto color, llaman aún más la atención del viandante. "Por lo menos que a la gente le llame la atención, se detenga un momento y pregunte. A lo mejor no compran, pero que se paren", nos explica mientras una señora pregunta: "¿Estas fresas blancas que son?". Objetivo conseguido.

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Jesús Antonio López, de la frutería Frutita Cortá. 

La inflación y la subida general de precios

Y por si fuera poco, en medio de esta tormenta perfecta, los comerciantes del mercado municipal de La Línea también tienen que hacer frente a la inflación y la subida general de precios que afecta a todo el país. "Todo está por las nubes, así que la gente mira ahora más a la hora de salir a comprar, se frenan más. Luego a nosotros, por otro lado, nos suben los precios y nosotros los subimos algo más para ganar algo. No sirve de nada que bajen el IVA y luego a mí me suban 1,70 euros el comprar la carne, luego yo le tengo que subir el precio para ganarle algo", explica Gil. 

Falta de ayuda de las administraciones

Ante todo esto, los comerciantes del mercado municipal demandan ayudas, a fondo perdido, por parte de administraciones supramunicipales, Junta de Andalucía y la Unión Europea, y sugieren igualmente al Ayuntamiento, la administración más cercana, mayor flexibilidad en la recaudación de impuestos y tasas municipales mientras se prolonga esta situación. "Sí, cuando nos trasladamos nos dieron una ayuda de 1.000 euros, que como subvención directa luego hemos declarado en la renta y nos ha subido. Así que lo que nos dan por un lado, nos lo quitan por otro", expresa con tono de hastío Luis Gil, presidente de la asociación de comerciantes. Entienden que esta situación particular que sufren es provisional, pero que, al menos, mientras dure, pase de la mejor manera posible. "Que no nos olviden, por favor, que seguimos aquí", se despide de nosotros Inma 'la charcutera' con una sonrisa.