Casablanca, 1944. El pintor linense José Cruz Herrera retrata a una francesa llamada Madeleine Nonnez-Lopes, acompañada de 'Fanette', su perrita más enérgica que no podía estar quieta. El marido de la joven contactó con el artista, que llevaba en la ciudad marroquí desde 1929. Así comienza la historia detrás del cuadro donado esta mañana al Museo Cruz Herrera por Philippe Nonnez-Lopes, hijo de Madeleine.
La familia Nonnez-Lopes, que residía en Casablanca, volvió a Francia en los años 50 y con ellos, se llevaron todas sus pertenencias, incluido el cuadro. Desde ese momento, la obra del linense permaneció en la habitación de Madeleine hasta que falleció en 1997.
Antes de morir, la señora Nonnez-Lopes le confesó a su hijo su deseo para este cuadro: no venderlo.
Hace unos meses, a sus 92 años Philippe decidió donar la obra a una institución española al ser un pintor español para que el cuadro "no se quedase huérfano". Por ello, escribió una carta al Consulado de España en París, donde preguntaba cómo debía proceder para donar gratuitamente un original de Cruz Herrera.
Tras unos cinco meses de gestiones entre el Consulado y el municipio, este martes 19 de marzo el retrato de Madeleine Nonnez-Lopes y su perrita 'Fanette' ya se encuentra en el Museo Cruz Herrera. "¿Qué mejor lugar para esta obra que la tierra del pintor?", aseguraba el hijo de la modelo.
Este mediodía se ha desarrollado la firma del convenio de donación en un acto cargado de emoción. "Es un día histórico para La Línea", ha considerado el alcalde, Juan Franco.
Al descubrir el cuadro, Philippe confesó el amor que su madre tenía por los animales, de ahí que en el cuadro salga acompañada de su perrita 'Fanette'. "Mi madre le encantaban muchos los animales, tenía varios perros y una jaula con pajaros", ha recordado el francés. "Esta perrita era la más salvaje de todos los que tenía, se subía las mesas y no podía estarse quieta, por eso sale en el cuadro con cara de molesta", ha añadido Philippe, haciendo referencia a 'Fanette'.
El cuadro, un óleo sobre lienzo, de 60x50 cm., que conserva su marco original, permanecerá por el momento en la entrada del museo, aunque no se descarta moverlo a otra sala junto a otras obras del linense.
"No siempre podemos conocer la historia detrás de las obras, pero en este caso sí y es una suerte", ha señalado la directora del museo, Mercedes Corbacho, quien ha concluido el acto dedicándole una frase al hijo de Madeleine: "Philippe, cuidaré de tu madre como si fuera la mía".