Última vuelta al ruedo del torero y empresario linense Carlos Corbacho

Familiares, amigos y allegados, aficionados del mundo taurino, le han brindado un emotivo homenaje en la Plaza de Toros 'El Arenal'

09 de Enero de 2024
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Último adiós, última vuelta al ruedo del maestro Carlos Corbacho. La Línea despide este martes, 9 de enero, al torero y empresario linense Carlos Corbacho, una de las principales figuras taurinas del Campo de Gibraltar. El santuario de la Inmaculada ha celebrado esta mañana una misa en su honor y, más tarde, se le ha brindado un emotivo homenaje en la Plaza de Toros 'El Arenal'.

"Gracias por tu claridad y generosidad. Maestro de la luz. Familia y amigos", podía leerse en una de las coronas de flores que acompañaba al féretro del torero, que ha estado arropado por familiares, amigos y allegados, muchos aficionados taurinos desplazados desde distintos puntos de esta comarca, que han asistido esta mañana a la solemne misa que se ha celebrado en su honor en la iglesia de la Inmaculada Concepción. Pasadas ya las doce del mediodía, han portado y paseado a hombros el féretro sobre el albero del coso linense. La fuerte lluvia no ha frenado a todos aquellos que han querido brindar este emotivo último adiós. "Una despedida como se merece", comentaban entre los presentes en 'El Arenal'.

Nacido en La Línea el 9 de abril de 1942, se vistió por primera vez de luces en el coso linense el 16 de octubre de 1960 y debutó con picadores en este mismo albero el 18 de julio de 1961, junto a Terremoto de Málaga y Manuel Benítez El Cordobés, con novillos de Belmonte. 

Corbacho tomó la alternativa en Sevilla la tarde del 29 de septiembre de 1962, de manos de Julio Aparicio y en presencia de Victoriano Valencia, con una corrida de José Belmonte. 

Fue un torero con clase y condiciones para llegar a ser figura, aspiraciones que se desbarataron al serle amputada una pierna. Tras un largo proceso de curación y complicaciones, como consecuencia de la herida provocada con el estoque, cuando toreaba en Valencia en marzo de 1963. 

El linense supo rehacerse del duro golpe y darle un giro a su vida profesional y se convirtió en empresario taurino. Trabajo que desempeñó con éxito y profesionalidad durante muchos años, gestionando plazas como la de Algeciras, La Línea, Puerto Banús o Marbella.