Dignificar a las personas, este es el objetivo principal del nuevo proyecto de la Fundación Ramón Díaz de Bustamante: una sala sensorial para que las personas en estado vegetativo o avanzado de una enfermedad cognitiva puedan sentir hasta el final de sus días. "Estas personas tienen todo el derecho a seguir sintiendo hasta el final de sus días", ha afirmado para 8Directo el secretario del patronato de la Fundación Ramón Díaz de Bustamante, David Salazar.
Esta sala sensorial se encuentra en la residencia de mayores San Ramón Nonato, que pertenece a la Fundación Ramón Díaz de Bustamante. Para llevar a cabo este proyecto, una habitación del edificio ha sido equipada con diferentes materiales, máquinas y objetos. A través de estos elementos, se recrea una atmósfera que proporciona experiencias sensoriales visuales, táctiles, olfativas y auditivas, fomentando así el bienestar emocional y sus capacidades, tanto físicas como cognitivas.
Catalogada como un proyecto pionero, esta sala sensorial ha sido galardonada por la Fundación Cepsa en sus Premios al Valor Social que convoca la entidad cada año para reconocer el trabajo de las entidades sociales del Campo de Gibraltar.
"Para nosotros, es muy importante este premio que nos ha otorgado la Fundación Cepsa, ya que al ser una fundación pequeña contar con apoyos de este tipo nos permite seguir avanzando en nuestro trabajo", ha reconocido Salazar. "Gracias al premio, podremos estimular sensorialmente a aquellas personas que se encuentran en estado vegetativo", ha continuado, quien ha asegurado que con el galardón han podido pagar los diferentes equipamientos que integran esta sala sensorial.
Este proyecto comenzará a funcionar a principios de septiembre con los primeros pacientes de la residencia San Ramón Nonato, aunque se está estudiando ampliar las terapias sensoriales a personas que no pertenecen a ella.
Desde 1947, la Fundación Ramón Díaz de Bustamante lleva a cabo una gran labor social en Los Barrios a través de programas de voluntariado que buscan mejorar la calidad de vida de los más mayores. A día de hoy, la fundación ayuda diariamente a más de 40 personas: 32 pacientes de la residencia y unos 10 mayores de fuera. A partir de septiembre, sus instalaciones sufrirán unas reformas con el fin de ampliar el número de plazas de la residencia y ayudar a más personas.