Gina Escánez, la actriz linense que llena los teatros de Sevilla

20 de Enero de 2019
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Gina Escánez, actriz nacida en Barcelona, se instaló en La Línea de la Concepción desde muy pequeña. Actualmente desarrolla su carrera profesional en Sevilla, aunque asegura que le hubiese gustado trabajar como actriz en La Línea, el lugar que ella considera su ciudad.
Gina forma parte de la compañía Los niños llorones, un grupo que apuesta por el teatro contemporáneo. Además, colabora en otros grupos de actores y en la actualidad se encuentra inmersa en varios estrenos.
Algunos de los proyectos de los que Escánez forma parte son 'Mundo Bobo', una obra teatral basada en el absurdo; y 'Teatrasmagoria', una compañía dedicada a representar obras basadas en tres clásicos de la literatura como son 'El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde', 'Canción de Navidad de Dickens' o 'El fantasma de Canterville'. Este mes retomará un cabaré que hacía años que no interpretaba en la sala Cero de Sevilla.
La actriz pasó su infancia y adolescencia en La Línea, donde estudió en el colegio La Velada hasta la edad de 19 años, cuando se marchó a Sevilla para estudiar.
Gina relata que desde muy pequeña se interesaba por la cultura, especialmente el teatro. Por eso sentía que si quería dedicarse a la actuación debía abandonar La Línea de la Concepción. Siendo una adolescente, Gina se atrevió a montar un grupo teatral linense e interpretaron la obra 'Un saloncito chino'. Recibió, como apoyo del Ayuntamiento, la cesión del Teatro Imperial para su estreno.
Escánez actúa.
Una vez instalada en Sevilla, se unió a otros actores y un director. Juntos decidieron montar una empresa de teatro clásico, con la que lleva ya 15 años. Su vida profesional se ha desarrollado en la capital andaluza y visita La Línea de la Concepción en fiestas o cuando quiere ver a sus familiares, pero no puede trasladar aquí su carrera artística.
Actualmente, Escánez puede presumir de haber actuado en todas las ciudades de Andalucía. No así en La Línea, donde sólo ha podido actuar dos veces en toda su trayectoria. Una de las veces que intentó traer su trabajo a La Línea, el Ayuntamiento le cedió el Palacio de Congresos, pero ella misma debía encargarse de la publicidad y de llenar el teatro, lo cual le pareció una tarea bastante difícil para una sola actriz. En su opinión, no es la mejor manera de fomentar la cultura.
Como linense, Gina se siente dolida por como se ha infravalorado su profesión, algo que la ha obligado a alejarse de su ciudad. Sin embargo, siempre se considerará linense, y afirma que San Roque es un pueblo con mucha más cultura teatral, y por eso ha podido asistir a la comarca a interpretar obras clásicas en varias ocasiones. Para Escánez es una pena que el teatro comercial siempre tenga una visibilidad mayor en toda la comarca que otras obras más modestas en las que ella participa, a pesar de que la calidad pueda ser incluyo mayor.
La actriz cree que el pueblo linense tiene mucho interés por el teatro, pero no se fomenta esta costumbre entre la población. Por eso declara: “Intentemos cambiar la realidad para evitar la mala imagen de la ciudad”.
Texto: Marta Espinosa.]]>