Lo cierto es que este centro tiene mucho que celebrar. En estos treinta años se ha convertido en una entidad educativa con importante peso y reconocimiento en la zona. "Esta fue la segunda escuela de Andalucía después de la de Málaga, y tuvo su razón de ser de que se estableciera aquí, en la comarca, cerca de Gibraltar, de Marruecos y en pleno paso del Estrecho”, apunta de la Riva.
La escuela abrió sus puertas con tres idiomas, apenas cinco profesores y menos de 200 alumnos durante el primer año. Hoy ofertan cuatro idiomas: español para extranjeros, inglés, francés y alemán, son 1.500 alumnos y cerca de una veintena de profesores.
La escuela ha ido creciendo y actualizándose siempre conforme a lo que han requerido los tiempos. Hoy la EOI de San Roque es referente en muchas de las metodologías que se emplean. Una metodología activa y comunicativa en la que es importante un especial interés por la innovación constante, así como el intercambio de conocimientos entre profesores.
En este centro las actividades comunicativas ganan cada vez más peso en el aula. “Las escuelas de idiomas antes se basaban en un radiocasete con una serie de audios, un manual con reglas de gramática y un libro de ejercicios. Eso existe todavía pero ya ha pasado a ser algo más interactivo. Buscamos que haya comunicación en el aula. Si no hablas un idioma no lo practicas y si no lo practicas no lo aprendes. El idioma hay que usarlo”, añade el vicedirector.

Las nuevas tecnologías han adquirido un papel muy importante en este ánimo de innovar, inventar y desarrollar metodologías educativas más interactivas. La EOI de San Roque también emplea técnicas como la gamificación, con la que llevar el aspecto lúdico al aula. “En Internet hay muchos recursos que son muy válidos. Hoy ya hemos pasado del radiocasete a las pizarras digitales. Y esto te ayuda a visualizar mejor las cosas, a tener recursos distintos en las clases. Esta escuela siempre ha querido mantenerse en lo último y no quedarse atrás”, añade de la Riva.
Otra seña de identidad de esta escuela es el afán de estar en contacto con Europa a través de programas que atienden a la formación tanto del alumnado como del profesorado. Y es que la Escuela Oficial de Idiomas de San Roque es una escuela viajera. “Siempre se ha procurado participar en este tipo de actividades que nos acercan a la cultura del idioma que estemos estudiando”, explica el responsable de la escuela. Un grupo de alumnos del centro se prepara ahora para viajar a Alemania, cuando este centro ya ha visitado Estados Unidos y Canadá y recorrido toda Europa.
En esta trayectoria el tratamiento favorable de la administración local también ha sido fundamental. “A diferencia de otros sitios, en San Roque ha habido un interés y un esfuerzo por atender a la escuela. Al fin y al cabo, Escuela Oficial de San Roque sólo hay una. El equipo de profesores siempre ha estado también muy preocupado porque la escuela estuviera viva”, manifiesta.

Una escuela que a sus treinta años está más viva que nunca con programas de enseñanza online como ‘That’s English’, los cursos de actualización lingüística del profesorado (CAL), y los cursos semipresenciales y presenciales; una opción bastante demandada con una cuota de alumnado fija.
El interés por conocer otros idiomas y sus culturas no deja de crecer entre la población actual. En estos momentos existe demanda de italiano, ruso, árabe y chino. Este tipo de idiomas minoritarios se atienden a través de la asociación de alumnos de la EOI de San Roque; un colectivo bastante activo que organiza cursos monográficos y clubes de conversaciones.
Para aprender un idioma hay que lanzarse a la piscina. No hay otro secreto. “Es muy importante la gramática y el vocabulario, pero realmente si no hablamos no practicamos, no cometemos errores y entonces no podemos rectificarlos. Si quieres aprender un idioma tienes que lanzarte y hablarlo. Hay que tratar de meterse de lleno en él y dedicarle una serie de horas diarias. Por ejemplo, podemos hacer que forme parte de nuestro ocio viendo alguna película o una serie en versión original. Hoy en día con todos los recursos que tenemos no hay excusas”, concluye de la Riva.