Un 8% de ocupados trabaja desde casa: radiografía del teletrabajo en España

Según la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística, en 2024 más de 1,7 millones de personas trabajaban de forma habitual desde su domicilio

15 de Octubre de 2025
Un 8% de ocupados trabaja desde casa: radiografía del teletrabajo en España.
Un 8% de ocupados trabaja desde casa: radiografía del teletrabajo en España.

Según la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística, en 2024 más de 1,7 millones de personas trabajaban de forma habitual desde su domicilio, lo que equivale a cerca del 8 % de los ocupados. Aunque la cifra se sitúa por debajo de la media europea, refleja un cambio estructural en la forma de organizar el empleo. La combinación de herramientas digitales y la demanda creciente de flexibilidad por parte de empresas y trabajadores explican que el trabajo remoto haya dejado de ser un recurso ocasional para convertirse en una modalidad asentada.

Ingresos alternativos en el entorno digital

La economía digital ha abierto fórmulas de participación que generan microingresos al margen del empleo principal. Las encuestas remuneradas en España muestran el desarrollo de este fenómeno, ya que permiten a cualquier usuario con conexión a internet obtener ingresos modestos a través de cuestionarios en línea. Aunque las cantidades no son elevadas, reflejan cómo internet puede convertirse en una vía accesible para añadir aportaciones complementarias al presupuesto familiar.

A este fenómeno se suman otros formatos de colaboración digital, como pruebas de productos o tareas puntuales en plataformas de crowdsourcing. Lo que las define es la posibilidad de adaptarse al tiempo libre del usuario y a sus propias rutinas, sin requerir una cualificación específica. Su expansión revela cómo el trabajo remoto no se limita a las profesiones consolidadas, sino que también integra actividades de carácter ocasional capaces de reforzar la renta disponible.

Profesiones consolidadas en remoto

El desarrollo del teletrabajo no solo se refleja en actividades complementarias, también en profesiones que han encontrado en internet un canal idóneo para ampliar su actividad. Programadores, redactores y traductores han consolidado su presencia en un mercado en el que la prestación de servicios a distancia ya no genera desconfianza y forma parte de la normalidad empresarial.

El trabajo remoto también ha reforzado la demanda de perfiles creativos. El diseñador gráfico se ha consolidado como uno de los más solicitados, impulsado por la necesidad de contenidos visuales en webs, campañas publicitarias y redes sociales. La posibilidad de colaborar con clientes internacionales y de diversificar encargos les permite asegurar continuidad en el trabajo diario.

La consolidación de estos oficios muestra que el teletrabajo puede ofrecer trayectorias sostenidas más allá de los microingresos. Estas profesiones permiten construir carreras con proyección, alejadas de la lógica puntual de las actividades complementarias, siempre condicionadas por la actualización de competencias y la capacidad de adaptarse a nuevas herramientas digitales.

Retos y perspectivas del trabajo remoto

El crecimiento del trabajo remoto en España plantea oportunidades y también desafíos que no pueden pasarse por alto. La posibilidad de trabajar a distancia amplía el acceso al empleo y favorece la conciliación, pero exige al mismo tiempo una regulación clara sobre derechos laborales, fiscalidad y condiciones de contratación. La ausencia de un marco homogéneo puede generar inseguridad tanto para empresas como para trabajadores.

Entre los desafíos que plantea el trabajo remoto destaca la sostenibilidad económica. Las actividades complementarias, como encuestas o microtareas, aportan ingresos adicionales aunque su alcance económico es limitado. Las profesiones consolidadas, por su parte, requieren una actualización constante de competencias y una capacidad de adaptación rápida a los cambios tecnológicos. El teletrabajo combina fórmulas muy distintas, desde iniciativas ocasionales hasta profesiones con recorrido prolongado, lo que obliga a reflexionar sobre su sostenibilidad en cada caso.

De cara al futuro, los analistas coinciden en que la educación digital y la formación continua serán determinantes para aprovechar las ventajas del trabajo remoto. El equilibrio entre flexibilidad y protección resultará clave para consolidar un modelo que, más allá de ser una alternativa, ya forma parte de la realidad laboral en España.