Su imagen dio la vuelta al mundo. La de una mujer embarazada, con el rostro pálido y la mirada perdida, acariciando su viente y ensangrentada, siendo transportada en una camilla a un lugar seguro después del ataque ruso del pasado miércoles al hospital materno infantil de la ciudad ucraniana de Mariupol. Una imagen que, lamentablemente, este lunes vuelve a ser noticia tras confirmarse el fallecimiento de esta mujer embaraza y su bebé, que se convirtieron en símbolo de la barbarie de la guerra contra los más inocentes.
La agencia de noticias Associated Press informa hoy que esta mujer ha fallecido junto al bebé que esperaba. Su pelvis había sido aplastada y su cadera estaba desencajada. Los médicos sacaron al bebé mediante una cesárea pero no mostraba signos vitales.
El ataque al hospital de Mariupol, una ciudad portuaria de importancia regional del sureste de Ucrania y que lleva más de una semana sitiada, sin luz, agua, ni víveres, ha sido uno de los momentos más impactantes de estos 19 días de guerra. Las autoridades rusas, acusadas de crímenes de guerra, sostienen que extremistas ucranianos habían tomado este hospital como base y que no quedaban pacientes ni médicos en el interior del edificio, tachando las imágenes que se mostraron al mundo de "montaje y noticias falsas". Periodistas de Associated Press documentaron este ataque y vieron a las víctimas y los daños ocasionados en el lugar.