La 97ª edición de los Premios Óscar, celebrada el 2 de marzo de 2025 en el Dolby Theatre de Los Ángeles, estuvo marcada por el triunfo del cine independiente y la diversidad en los galardones. Anora, de Sean Baker, se convirtió en la gran protagonista de la noche y arrasó con cinco de los seis premios a los que estaba nominada, incluyendo Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Actriz para Mikey Madison. El cineasta, que hizo historia al convertirse en la tercera persona en ganar cuatro estatuillas en una misma edición, dedicó su premio al Mejor Guion Original a las trabajadoras sexuales que colaboraron en la historia de la película. Durante su discurso, defendió con pasión la importancia de las salas de cine: "Si perdemos las salas, perdemos una parte de nuestra identidad. Padres, lleven a sus hijos al cine".
Este último galardón lo dedicó a las trabajadoras sexuales que compartieron con él y el equipo de 'Anora' sus experiencias para armar el libreto de esta película, que relata la historia de una joven prostituta que se casa con el hijo de un oligarca ruso y se ve envuelta en una lucha por defender su dignidad. Mikey Madison, al recoger su Óscar a Mejor Actriz, reforzó el mensaje de Baker al dedicar su premio a la comunidad de trabajadoras sexuales y sorprender al imponerse a la gran favorita, Demi Moore, por La sustancia. En la misma categoría estaban nominadas la brasileña Fernanda Torres (Aún estoy aquí), Cynthia Erivo (Wicked) y la española Karla Sofía Gascón (Emilia Pérez), quien asistió a la gala, aunque evitó la alfombra roja tras la polémica por antiguos comentarios en redes.
Adrien Brody obtuvo su segundo Óscar como Mejor Actor por The Brutalist, dos décadas después de su victoria con El pianista. En un discurso emotivo, recordó la importancia de representar los traumas del Holocausto y alertó sobre los peligros del odio y la discriminación. "Creo y rezo por un mundo más inclusivo. La historia nos recuerda que no debemos dejar que el odio crezca sin control", expresó el actor. La película también fue reconocida con los premios a Mejor Fotografía y Mejor Banda Sonora.
En las categorías de reparto, Kieran Culkin cumplió los pronósticos y se llevó el Óscar a Mejor Actor de Reparto por A Real Pain, mientras que Zoe Saldaña, en su primera nominación, obtuvo la estatuilla por Emilia Pérez. La actriz dedicó su premio a su abuela materna y celebró ser la primera estadounidense de origen dominicano en recibir un premio de la Academia: "Sé que no seré la última".
La categoría de Mejor Película Internacional premió el cine brasileño con Aún estoy aquí, dirigida por Walter Salles, mientras que el premio a Mejor Película de Animación fue para Flow, un mundo que salvar, de Gints Zilbalodis. El documental No Other Land, centrado en el conflicto entre Israel y Palestina, se llevó el galardón en su categoría.
En las categorías técnicas, Dune: Parte Dos destacó con los premios a Mejor Sonido y Mejores Efectos Visuales, mientras que Wicked se hizo con los Óscar a Mejor Vestuario y Mejor Diseño de Producción. Por otro lado, el premio a Mejor Guion Adaptado fue para Cónclave, aunque fue la única victoria de la película en una noche donde partía con ocho nominaciones.
La ceremonia reafirmó la diversidad del cine actual, dando protagonismo a películas independientes y narrativas innovadoras que lograron conquistar tanto a la crítica como al público.