Juan Delgado, innovando en su negocio para sus vecinos del Casco

20 de Agosto de 2015
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Juan Delgado Cervera, más conocido como “El Porrúo”, regenta un asador de pollos en San Roque Casco. Tiene 30 años y hace 10 que se embarcó en este negocio, que califica como su vida.

“Tendría unos 15 años –señala- cuando solía salir con mi primo a cenar a las típicas hamburgueserías. Una noche pedimos unos bollos y le dijimos al dependiente que le pusiera más ingredientes. Éste nos contestó que nos costaría mucho más caro. En ese momento le dije que iba a montar un negocio como el suyo y que le haría la competencia. Desde ese día comencé a interesarme por este mundo y al cumplir los 20 años, gracias a Dios y a mis padres, pude crear el negocio que actualmente regento”.

Delgado asegura que cada día es un nuevo comienzo, “una nueva ilusión, miles de cosas por descubrir y disfrutar… Aunque cada vez se me hace más difícil en el ámbito laboral. Muchos piensan que el tiempo te da la experiencia y profesionalidad, y llevan razón, pero para mí cada día laboral se convierte en un desafío”, indica.

"No es fácil mantener el listón. Cada vez es mayor responsabilidad"

“Un día –añade- lleno de esfuerzo y desgastes donde tienes que dar lo mejor de ti, tanto en lo profesional como en lo personal. No es fácil mantener el listón. Cada vez es mayor responsabilidad, ya que lo difícil es mantener tu negocio y seguir gustando”.

Este sanroqueño asegura que trabaja en lo que le gusta, “y la verdad es que tal y como están las cosas hoy en día, trabajar para uno mismo y ser tu propio jefe es un privilegio que hay que cuidar. Un clavo saca a otro clavo y si alguien nuevo hace pollos mejor que yo pues apaga y vámonos”, bromea.

Juan cuenta a Sanrópolis que ha notado la crisis “como todo el mundo. Pero no me he quejado, al contrario, me he motivado. Esta situación ha hecho que tire de mi imaginación y creatividad, para crear ofertas a precios bastante económicos y de buena calidad al alcance de todos.  Tienes que adaptarte a lo que la gente puede pagar y no a lo que tú quieres ganar. Mi negocio ha funcionado más a partir de la crisis por esta misma razón, porque pensé en la ama de casa, en los niños que tienen sus padres parados, etc", sostiene.

“El Porrúo” se levanta cada día con ilusión y ganas, para poner toda la carne en el asador y dar lo mejor de sí pensando en su gente de San Roque. “Gracias a todos los que han hecho posible que mi empresa vaya subiendo escalones, sobre todo se lo agradezco a mis padres, familiares y amigos”, concluye.