"El Balti" de San Roque nos habla de su nuevo restaurante El Revuelo

Acaba el verano y los bares de San Roque hacen una valoración de cómo han funcionado los negocios durante estos meses. Hablamos con Baltasar Núñez Chaves, dueño de dos de los restaurantes con más fama en este pueblo, El Varal y El Revuelo.Baltasar, también conocido como “Balti” nos cuenta que el bar El Revuelo pertenecía a su hermano, pero éste, por problemas de salud se vio obligado a abandonar su trabajo, así que Baltasar se hizo cargo del negocio, ocupando así un lugar más dentro de la famosa Plaza de Armas.Los vecinos de San Roque han ido notando a lo largo del verano que mientras otras terrazas de otros bares se llenaban sin problemas cualquier noche, la terraza de El Revuelo tardaba un poco más en completar todas sus mesas.Al preguntarle a su dueño por este tema, nos comenta que El Revuelo es un restaurante que siempre ha funcionado bien, sin embargo, Baltasar achaca ese déficit de clientela en algunos casos a que El Revuelo es un bar que tiene una imagen diferente a las de los otros locales que ocupan La Plaza de Armas. Para su dueño, El Revuelo es un restaurante dedicado a un público más mayor, un sitio donde sentarte a cenar, más que a tapear. Un ambiente más adulto y tranquilo.Haciendo balance del verano, parece ser que el mal tiempo de las primeras semanas de julio se notó en los resultados al final del mes, sin embargo, en agosto y septiembre la cosa cambia. Este último mes ha sido mucho más rentable y se ha notado más presencia turística en las calles de San Roque.Baltasar valora mucho el sitio donde está ubicado su restaurante y tiene muy claro cuáles son las diferencias entre El Varal y El Revuelo. Todo el mundo sabe que El Varal es de los mejores restaurantes de la zona, un sitio que vive de la calidad que ofrece y de la atención que reciben los clientes por parte de sus trabajadores.Tras ese precedente, no es de extrañar que El Revuelo vaya poco a poco ganándose la confianza de los habitantes de San Roque, más incluso si conocen al Balti y saben que sus restaurantes son sinónimos de buen comer y pasar un rato muy agradable.

Texto: Marta Espinosa Pérez

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