El Coronado de Espinas ha realizado su Estación de Penitencia por segunda vez en su historia. A pesar de la amenaza de lluvia que se cernía sobre la ciudad, la joven Hermandad de la Salud decidía seguir adelante con el itinerario previsto.
A las 16.15 horas la cuadrilla de costaleros sacaba con pericia la imagen de Jesús Coronado de Espinas de la Capilla de la Caridad. A partir de ahí la procesión ha dejado bellas estampas durante su recorrido, sobre todo cuando ha pasado por el barrio de San Isidro. Los costaleros echaron el resto para bajar el paso por la pendiente calle San Antonio. Se trata de una cofradía de 180 hermanos, que destacan por su juventud y por una ilusión que se ha contagiado por donde el paso ha desfilado. "¡Qué bonita es la imagen!", "¡Qué bien lo llevan los chavales!", son solo alguno de los halagos entre los fieles congregados por las calles del centro.
Todo discurría según lo previsto hasta que un aguacero al filo de las 19.00 horas ha sorprendido al Coronado de Espinas entrando en carrera oficial. Ante la intensidad de la lluvia, la imagen se ha resguardado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Palma, en donde ha permanecido durante media hora aproximadamente para volver a salir camino de su templo, eso sí, acortando el recorrido y recogiéndose antes de la hora prevista.