La Venerable Hermadad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de las Almas y Nuestra Señora de las Angustias ha realizado este Jueves Santo su estación de penitencia por las calles del centro de la ciudad de La Línea en una salida procesional marcada por la solemnidad y el recogimiento al paso de este cortejo. Ante el mal tiempo y la previsión de posibles chubascos, la hermandad ha modificado y acortado el recorrido inicial previsto.
Tras una complicada maniobra de salida de su residencia canónica, el santuario de la Inmaculada Concepción, la preciosa imagen de las Almas y Angustias hizo gala en una nueva estación de penitencia de su majestuosidad y distinción, acompañada por un amplio cortejo de hermanos nazarenos, mantillas, acólitos, capataces, cuadrilla de costaleros y promesas.
La primera levantá en la calle ha sido para la Hermandad de San Pedro que, ante la inestabilidad del tiempo, no han realizado estación de penitencia. "Va por ellos, por los hermanos de San Pedro que no han podido salir", ha dicho el capataz antes del último toque del llamador. "Olé, gracias", han gritado entre las numerosas personas que esta noche abarrotaban las calles del centro de la ciudad; muchos de ellos, hermanos de San Pedro que con sus túnicas de nazarenos han bajado al centro para disfrutar de las procesiones de las otras hermandades que han corrido más suerte.
"Qué bonito lo lleváis", le gritaban a los costaleros a su paso. Devoción y emoción contenida en el recorrido de esta Piedad del imaginero sanroqueño Luis Ortega Bru, en la que la Santísima Virgen recoge en sus brazos el cuerpo sin vida de su hijo descendido de la cruz. Ambas tallas, fechadas en el año 1954, fueron restauradas por el hijo de Ortega Bru en 2013. La solemnidad hecha imagen.