Preciosa salida la del Cristo del Mar y la Virgen de la Luz este Viernes Santo. Preciosa por el encanto del entorno, esa pequeña iglesia encalada con toques celestones, como el mar, como el cielo, en la entrada al barrio marinero de La Atunara. Preciosa por la gente, cientos y cientos, miles de personas que han abarrotado los alrededores de la parroquia del Carmen, vecinos de este propio barrio, del resto de la ciudad de La Línea y muchos visitantes. Preciosa por la pasión mostrada, el auténtico fervor y devoción que le profesan a estas sagradas imágenes. Preciosa por esto mismo, por la planta de esta hermandad y la belleza de sus imágenes. Y preciosa, incluso, por el tiempo, sí, ese temporal de levante que esta tarde levantaba las olas hasta la misma plaza de la iglesia, rompiendo en el muro de contención de la propia parroquia y salpicando a las personas allí hacinadas.
Parecía como si el mar también quisiera meterse en aquella plaza, con el Cristo del Mar y la Virgen de la Luz. A veces las olas hasta salpicaban a las propias imágenes. Toda una alegoría.
Si la estampa ya era de ensueño...ha ganado más incluso cuando la cuadrilla de portadores y portadoras de ambas imágenes han salvado la complicada salida de la parroquia y han salido a la calle, en alto, a pulso, mirando al mar, y con su gente, desatando entonces la emoción de todos. Lágrimas, aplausos y vítores: "Viva el Cristo del Mar, viva", ha gritado casi al unísono la plaza entera, como una sola voz. "Sin prisas, sin prisas, que estamos con nuestra gente, en nuestro barrio, vamos a dejar que la gente lo disfrute y le rece un poquito", se decían entre los cargadores del Cristo del Mar que han mecido a su Señor como si navegase entre las olas que rompían a ecasos metros. Navegando entre el fervor de su gente.
Con la misma emoción y sentimiento han mecido las mujeres cargadoras del barrio de La Atunara a su Virgen de la Luz. "Esas costaleras buenas, qué bonito", les han gritado una y otra vez. La primera levantá del Cristo del Mar ha estado dedicada a todos esos seres queridos que ya no están. La primera de la Virgen de la Luz ha dejado a todos sin palabras: "Por los que ya no están, por nosotras, y por todas aquellas personas que están luchando contra el cáncer, para que encuentren luz y fuerza en nuestra Señora, como yo lo hice", ha expresado la capataz de las mujeres de la Luz, rompiéndose a llorar y emocionando a todos los allí presentes. Porque ha sido eso, emoción en mayúsculas en la salida procesional del Cristo del Mar y la Virgen de la Luz en este gran Viernes Santo.