Todo estaba a punto en la Capilla de Nuestra Señora de Europa para que Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y María Santísima de Las Lágrimas realizara su Estación de Penitencia este Lunes Santo. Las cuadrillas dispuestas, el cortejo preparado e incluso las velas de la Virgen encendidas. Fuera una multitud de fieles y los legionarios esperando la salida de la hermandad del templo.
Sin embargo, poco antes de las 19.00 horas (hora oficial de salida), un fuerte aguacero comenzaba a caer sobre la ciudad. En el interior del templo, gestos serios y de preocupación. Tocaba una difícil decisión salir en procesión o suspenderla. En un principio, la junta de gobierno decidió esperar media hora antes de pronunciarse, pero la lluvia que arreciaba parecía señalarle el camino a los hermanos, quienes decidían poco antes de las 19.30 horas suspender la Estación de Penitencia.
No solo la lluvia que caía en ese momento sino la previsión de que otra tormenta descargara precipitaciones a las 23.00 horas hicieron a la junta de gobierno tomar esta dolorosa decisión.
Lágrimas entre los costaleros, nazarenos y hermanos que se agolparon en el interior del templo para apoyarse entre sí y rezarle a las imágenes. Fuera, en la calle, la multitud, ya con paraguas en mano, se conformaba con el desfile de la Legión, que entonaba a las puertas de la capilla el 'Novio de la Muerte'.
"Mira que están bonitos los pasos. Pero, el año que viene será", comentaron los fieles resignados a quedarse sin un Lunes Santo al completo.