Sufrido regreso bajo la lluvia del Cristo del Mar y la Virgen de la Luz

El Cristo del Mar y la Virgen de la Luz han tenido que regresar a su templo a marcha forzada tras un chaparrón cuando se encontraban en carrera oficial, en el centro de la ciudad de La Línea. La lluvia ha deslucido una esperada estación de penitencia

Sofía Furse.
Periodista
29 de Marzo de 2024
Sufrido regreso bajo la lluvia del Cristo del Mar y la Virgen de la Luz. Directo

La lluvia causa estragos en el Viernes Santo linense. El Cristo del Mar y la Virgen de la Luz han tenido que regresar a su templo a marcha forzada tras un chaparrón cuando se encontraban en carrera oficial, en el centro de la ciudad de La Línea. La lluvia ha deslucido una esperada estación de penitencia.

Sobre las cinco de la tarde la cruz de guía abría el camino desde la Parroquia del Carmen en el barrio de la Atunara. La Sacramental y Venerable Hermandad de Nuestra Señora del Carmen y Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo del Mar, Santa Madre de Dios, Luz y Esperanza Nuestra y San Juan Evangelista decidía entonces, con el sol de su parte y una temperatura primaveral, salir del templo. Sin embargo, tal y como pronosticaba la Agencia Estatal de Meteorología las lluvias regresarían por la tarde.

Con esfuerzo, paciencia y precisión el Santísimo Cristo del Mar se reencontraba con su gente entre aplausos en este Viernes Santo. Lo hacía acompañado de la Banda de Cornetas y Tambores Clavos de Cristo, de la población almeriense de Berja. Una salida que ha sido laboriosa debido a las dimensiones de la parroquia, por lo que se ha disfrutado aun más ese triunfo medido al milímetro.

Tan solo asomarse la Virgen de la Luz por las puertas de su templo ya se escuchaba "¡guapa!". María Santísima Madre de Dios, Luz y Esperanza lucía especialmente bella. La Atunara brillaba con la nueva saya que portaba la Virgen. A ella la acompañaba la agrupación musical Virgen del Carmen de Ferrol. 

Cincuenta hombros de mujeres, coordinadas unas con otras, con ahínco, delicadeza y firmeza sacaron de su templo a la Luz. Y el barrio de la Atunara estalló en aplausos. "¡Ole esas cargaoras!", gritaron, embelesados por la imagen que se proyectaba ante sus ojos. Las mujeres marcaban cadera y en cada paso que daban lo hacían de una manera especial, coreografiada, al compás de la banda.

La calma antes de la tormenta. Una magnífica salida, tanto del Cristo del Mar y de la Virgen de la Luz, que se ha visto ensombrecida por un fuerte aguacero cuando se encontraban en carrera oficial sobre las ocho de la tarde, en el centro de la ciudad. Rápidamente se han resguardado sobre los arcos de la Plaza de la Iglesia hasta que la lluvia ha dado tregua. Sin embargo, esta hermandad lo ha tenido más difícil a la hora de volver, por las condiciones meteorológicas y también por tener el recorrido más largo. 

La hermandad ha cubierto las imágenes con plásticos y han reiniciado la marcha de vuelta a casa. A mitad de camino la Casa Salesiana les ha ofrecido pasar al interior y resguardarse, sin embargo, han rechazado la oferta con las emociones a flor de piel para continuar hasta La Atunara. "Estás guapa hasta con plásticos", decían entre los fieles. 

Esta salida procesional se ha visto deslucida por la fuerte lluvia, que ha provocado que las cargaoras y cagaores aceleraran el paso hasta volver a la Parroquia del Carmen.