La Villa, serena al paso del Nazareno y Dolores

Tras quedarse el pasado año en el templo por el mal tiempo, la Hermandad ha vivido una impecable estación de penitencia en la que se han evidenciado las ganas y la fe de todo un pueblo

Sofía Furse.
Periodista
18 de Abril de 2025
Jueves Santo de Nazareno y Dolores, desde la Parroquia San Isidro Labrador.

Pasos por allí y pasos por allá. Penitentes, mantillas y costaleros se preparaban para un esperado Jueves Santo, tras quedarse el pasado año en la Parroquia San Isidro Labrador por el mal tiempo. Este era un aliciente más para que todo saliera perfecto. Y lo fue.

Nuestro Padre Jesús Nazareno salía de su templo a las 21.00 horas, como estaba previsto, con una elegante primera levantá. Al Santísimo le siguió la grandiosa María Santísima de los Dolores, que arrancó a su paso lágrimas, abrazos y emoción contenida. Los titulares iluminaron una noche despejada en la que su pueblo los arropó tras una espera que se antojaba demasiado larga.

Quince minutos antes de la salida, el cortejo se configuraba como un rompecabezas. Los más pequeños sonreían: por fin había llegado el momento. Algunos, ya situados a las puertas del templo, miraban atrás, donde se alzaban el Nazareno y Dolores.

Se hizo de rogar, pero llegó. Las puertas del templo se abrieron y fieles y devotos enmudecieron, expectantes. Los costaleros llevaron al Nazareno ante su pueblo con esfuerzo y muchas ganas. Apretaban los labios y fruncían el ceño ante la dificultosa tarea de colocar las patas al paso. Todos a una. Hubo quien, entre los presentes, emitió un suspiro al presenciar la verticalidad que experimentaba el Nazareno. Pero lo tenían todo controlado. Y así, Nuestro Padre Jesús Nazareno brilló con luz propia, bajo los sones de la Agrupación Musical Virgen de Fátima de El Torno.

María Santísima de los Dolores también cumplió. Las dimensiones de las puertas de la parroquia dificultaron la tarea. Silencio absoluto. Solo se oían los susurros de los capataces. Suave. Paso a paso. “Lo habéis hecho perfecto”, decía uno de los fieles, admirado por la exactitud y coordinación. Los aplausos no tardaron en llegar. Lucía espléndida y grandiosa, acompañada por la Banda Municipal de Música de Mijas (Málaga).

Para este Jueves Santo, el Nazareno ha estrenado una túnica bordada sobre terciopelo morado, realizada por Bordados Divina Pastora, que ha empleado diversos materiales de orfebrería como tisú dorado, lentejuelas y cordonerías de oro. La pieza fue bendecida por el director espiritual de la Hermandad para la ocasión.

El recorrido procesional llevó a las imágenes por las principales calles de la Villa, en una noche marcada por la serenidad y la elegancia. Desde su salida en la Plaza de la Iglesia, el cortejo recorrió Mayor, Sol, Santísimo, Cervantes, Alcaría, Alta, La Plata, Consuelo y Los Francos, dividiéndose luego en Santísima Trinidad (para el Nazareno) y Jesús María y José (para la Virgen). Finalmente, ambas imágenes regresaron juntas al templo, completando, este año sí, una magnífica estación de penitencia.