Silencio ante los pasos del Cristo de la Esperanza y María Santísima de la Concepción. La Hermandad de San Pío, protagonista del Lunes Santo en esta Semana Mayor de La Línea, desafía al mal tiempo y cumple en estos momentos con su estación de penitencia por las calles de esta ciudad, destacando, como es habitual en esta corporación, por su solemnidad y el impoluto silencio al paso de sus monumentales imágenes. Sobrecogedor Silencio que vuelve a enmudecer la noche de este Lunes Santo. Un silencio que solo se rompe con el toque del llamador y el arrastrado paso de las cuadrillas de costaleros.
La Hermandad de Penitencia del Santísimo Cristo de la Esperanza, María Santísima de la Concepción y San Juan Evangelista, con salida prevista a las 20.00 horas desde su parroquia de San Pío X, retrasaba su salida unos 15 minutos esperando que aflojara la lluvia que caía entonces sobre la zona. Paraguas abiertos a las puertas del templo. Se abren, se cierran, se vuelven a abrir y otra vez a cerrar. De nuevo, también en esta jornada, momentos de incertidumbre y miradas preocupadas al cielo. "¿Sale o no sale? ¿Sale?" Sale.
El Silencio salió, salió a pesar de este tiempo inestable, y recorre en estos momentos las calles del centro de La Línea, eso sí, sin dejar atrás cierta tensión y una preocupación latente entre los hermanos y costaleros de San Pío, inquietos por si la lluvia hace acto de presencia, con fuerza, en algún momento, como ayer deslució el Domingo de Ramos.
Entraba el Cristo de la Esperanza en la calle San Pablo cuando comenzaba a chispear de nuevo, suave por momentos y aprentando por minutos. Nerviosimo entre los costaleros de refresco que se arrimaban al paso. "¿Ya? ¿Ya? Uf, ya ya, ya afloja", suspiran y se abrazan tres chavales con costal. Así, en vilo, pero con la entregada devoción y la contenida emoción de cada Lunes Santo continúa la Hermandad del Silenio su estación de penitencia. Que el tiempo acompañe.