COMERCIOS CON HISTORIA (I). La Escocesa, un poco casi de todo desde 1932

22 de Diciembre de 2022
Captura de Pantalla 2022-12-22 a las 16.35.15
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En esta época de fiestas navideñas, las tiendas toman protagonismo. En esta serie de reportajes queremos centrarnos en algunas de las más antiguas del Campo de Gibraltar, en algunos casos incluso centenarias. Establecimientos que han desafiado el paso del tiempo y los avatares de la modernización, pasando de padres a hijos. Reliquias de los centros de nuestras ciudades, que homenajeamos en esta serie de comercios con historia e historias.

Ya son 90 años los que La Escocesa lleva levantando cada mañana la reja. Tres generaciones las que han regentado este establecimiento dedicado a la moda y los complementos de señora y caballero, atendiendo al público en su ubicación de siempre: calle Real número 12, la arteria comercial del centro urbano de La Línea de la Concepción.

Precisamente es la clase burguesa dedicada al comercio de la época la responsable del origen de esta ciudad que cuenta con 152 años de historia. Una historia que respiramos asomándonos a La Escocesa. Su entrada, con dos amplios escaparates laterales, su suelo de tradicionales baldosas negras y blancas, y su mobiliario, con mostradores y estanterías de madera oscura que cubren cada rincón de este local nos transportan a otra época, un poco más clásica y señorial, pero encontrando los artículos que cualquiera necesitaría en pleno siglo XXI. Un poco de casi todo y para todas las ocasiones. “Estoy seguro que en casi todos los hogares de esta comarca hay un regalo de La Escocesa. En Navidad es muy típico darse un paseo por la tienda”, nos comenta su actual dueño, Ruperto Muñoz Contreras, en una pequeña oficina trasera llena de recuerdos y fotografías de la historia de este lugar.

Inaugurada el 14 de marzo de 1932, los orígenes de esta tienda se remontan a 1904, cuando José Muñoz Bulufer abrió la sastrería La Escocesa en la calle Cornwall’s Lane de Gibraltar, poniéndole este nombre en referencia a los paños de cuadros gales, la moda de la época, que usó para la confección de los primeros trajes de caballero. Este establecimiento permaneció abierto hasta el cierre de la frontera en 1969. Antes, su hijo, Ruperto Muñoz Guetta, tras estudiar corte y confección en Barcelona, abrió La Escocesa que hoy conocemos. Este negocio de la confección a medida llegó a contar con hasta 23 costureras. En vísperas de feria se confeccionaban hasta 100 trajes semanales. Conforme decayó la sastrería se incorporó la confecciónindustrial, así como todo tipo de complementos: desde artículos de piel, bolsos de señora, equipaje, hasta el regalo más moderno y electrónico.

Clientes en la histórica tienda La Escocesa.

José Ruperto Muñoz Luque, junto a su esposa Mercedes Contreras Mérida, conservaron el legado ya sembrado y alzaron a La Escocesa como todo un referente comarcal de la ropa, los completos, los regalos y las ya desaparecidas listas de boda. “Aunque esto ya haya desaparecido, seguimos contando con un amplio catálogo de artículos y clientes de distintos puntos del Campo de Gibraltar. Todo el mundo le tiene mucho cariño a esta tienda”.

Un cariño que Ruperto Muñoz asegura haber sentido en los momentos más complicados. Habiendo sido testigo de hasta una Guerra Civil, los últimos meses de la pandemia de coronavirus han sido especialmente duros para la hostelería y el pequeño comercio al que pertenece La Escocesa. “Estos meses hemos sentido el apoyo de nuestra clientela, un cliente concienciado en echar una mano al comercio local. Muchos de ellos son ya amigos, los sentimos como familia”.

¿El secreto para continuar abierto después de tanto tiempo? Capacidad de adaptación, innovación, calidad y sobre todo buen trato al público. “Es fundamental que el cliente quede satisfecho y si surge algún problema tratar de solucionarlo”, señala el tercer Ruperto que dirige La Escocesa y que, además de haber renovado en profundidad su catálogo de marcas, se encuentra centrado en la andadura de este negocio en las redes sociales y la venta online.

Interior del establecimiento situado en la Calle Real de La Línea.

Sobre el futuro, “uno de los problemas de este tipo de negocios es la continuidad. Siempre hay alguna generación que tira por otros lares, pero bueno, por el momento aquí seguiremos. Nos queda carrete para rato”, comparte Ruperto Muñoz, a quien dejamos envolviendo un artículo para regalo en un llamativo papel de cuadro escocés, seña de identidad de este comercio casi centenario.

Este artículo fue publicado en el número 3 de la revista SIROCO MAGAZINE, en 2022.