Tras meses en la UCI, una mujer de Barcelona se despertó con la sorpresa de que debajo de su almohada había una estampa de una imagen desconocida, en la que solo se podía leer el nombre de “Castellar”. Se trataba del Cristo de la Almoraima. Cuando se recuperó no dudó en ir al municipio para conocer la talla que, para ella, la había salvado. Cada Romería acudía a Castellar para mostrar su devoción al Cristo, una visita de fe que duró hasta el final de sus días.
Milagros como este se atribuyen muchos al Cristo de la Almoraima, una imagen que genera un sentimiento capaz de traspasar las fronteras del municipio, de la comarca e incluso las de Andalucía.
La historia del Cristo de la Almoraima comenzó en 1604, al igual que la devoción que despierta. “Sientes la conexión con él cuando le rezas o lo piensas”, asegura José Carrillo mientras observa la imagen desde uno de los últimos bancos de la iglesia. “Puedes tener un montón de problemas, pero, cuando te sientas frente a él, desaparecen por un momento”, añade el hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Almoraima, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias.
Ese sentimiento que le genera el Cristo a José Carrillo también lo comparten unas 200 personas que integran a día de hoy la reciente hermandad, constituida en mayo de 2024 tras un proceso lleno de esfuerzo y dedicación que ha durado más de 30 años. En la actualidad la congregación se encuentra inmersa en los trámites necesarios para adaptar la asociación parroquial en hermandad, además de los preparativos de las próximas salidas procesionales.

“Estamos viviendo esta Semana Santa con mucha ilusión, hemos tenido que hacer algunos cambios que nos han mandado desde el Obispado, que creemos que van a mejorar la procesión”, comenta el hermano mayor, quien recuerda que el año pasado no pudieron salir por la lluvia.
Mirando más allá de esta Semana Santa, la hermandad ve un futuro brillante. La restauración de dos imágenes ocupa sus próximos retos. Se trata de dos tallas, una de San Juan y otra de la Virgen María, que llegaron junto al Cristo de la Almoraima cuando la condesa las cedió al pueblo. Ambas están datadas del siglo XVIII y se encuentran guardadas en el interior de la iglesia, a la espera de recaudar lo necesario para poder llevar a cabo su esperada rehabilitación, tras lo que quedarán expuestas en el Santuario.
La restauración del Cristo de la Almoraima en 2016 supuso un antes y un después para la congregación. “Para nosotros era un reto que teníamos que conseguir para poder disfrutar más tiempo de la imagen”, valora el hermano mayor.
La hermandad encara con pasión e ilusión un futuro que gira en torno a la devoción y la fe. “El futuro de la hermandad está en los jóvenes y veo uno prometedor”, concluye el hermano mayor sin apartar la mirada al Cristo de la Almoraima.
Vuelve la Virgen de las Angustias a las calles de Castellar

La Virgen de las Angustias vuelve a acompañar al Cristo de la Almoraima y al Nazareno en el Viernes Santo de Castellar de la Frontera.
Esta vuelta de la Virgen de las Angustias coincide con la primera Semana Santa que celebra la hermandad tras su constitución en mayo del pasado año. "Estamos muy contentos e ilusionados por este Viernes Santo", confiesa el hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Almoraima, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Angustias, José Carrillo.
"La gente se ha involucrado muchísimo con este Viernes Santo, porque es nuestra primera Semana Santa como hermandad, así que han conseguido reunir a unas 46 mujeres para sacar a la Virgen", explica el hermano mayor. “Va a ser un orgullo verlas en la calle”, añade.
La falta de costaleras ha sido el principal motivo por el que la Virgen de las Angustias ha permanecido durante más de siete años en el Santuario del Santísimo Cristo de la Almoraima. “El 2017 fue el último año que salió la Virgen”, señala.
Además de la vuelta de la Virgen de las Angustias, la recién constituida hermandad cuenta con otras novedades en esta Semana Santa. Para este Viernes Santo se han restaurado la corona y la cartela del Cristo de la Almoraima, asimismo se van a estrenar unas varas.
Este Viernes Santo la Virgen de las Angustias vuelve a recorrer las calles de Castellar, marcando así un día histórico lleno de ilusión y, sobre todo, devoción.