Aunque esto de retrasar es ya casi un eufemismo y se limitará a los relojes no digitales y al típico reloj del horno que apenas usas. El resto de los dispositivos ya se cambian solos y mañana domingo, nada más levantarnos, nos encontraremos en pleno invierno. Al menos desde el punto de vista horario. Desde el meteorológico, ya veremos.
Lo cierto es que esta formalidad, que tiene apariencia inocua, se nos presenta como una especie de depresión colectiva en una sociedad como la nuestra, la española, que vive del sol y la vida en la calle. Que no cunda el pánico. En cinco meses, volveremos a ver la luz.]]>
Lo cierto es que esta formalidad, que tiene apariencia inocua, se nos presenta como una especie de depresión colectiva en una sociedad como la nuestra, la española, que vive del sol y la vida en la calle. Que no cunda el pánico. En cinco meses, volveremos a ver la luz.]]>